martes, marzo 14, 2017

*MARX en Documentos propios y testimonios gráficos por WERNER BLUMENBERG*


*ANTEPASADOS, CASA PATERNA, ESCUELA*

*Especialmente en el caso de MARX, tanto sus partidarios como sus detractores no han profundizado frecuentemente más allá de su obra, no han visto detrás del marxismo de MARX, ni han tenido en cuenta que la comprensión de lo temporal y de lo perenne en su obra, envuelta en pasiones, sólo se alcanza a través de un estudio de las aptitudes, de las circunstancias históricas y de la vida personal del hombre, ser de carne y hueso. (GUSTAD MAYER). *  

CARLOS ENRIQUE MARX nació el 5 de mayo de 1818 en TRÉVERIS, que en aquel entonces era una ciudad de provincias de doce mil habitantes. Su padre era el abogado ENRIQUE MARX, de cuyo matrimonio con HENRIETTE PRESSBURG nacieron cuatro hijos y cinco hijas. El hijo mayor, MAURICIO DAVID, murió en 1815, poco después de haber nacido. En la vida de MARX nos encontraremos más adelante con la hermana mayor, SOFÍA, esposa del abogado SCHMALHAUSEN en MAASTRICH, y las hermanas menores; LUISA, que se casó con el candidato a notorio JUTA, y emigró a ÁFRICA DEL SUR, y EMILIA, la esposa del ingeniero CONRADI, en TRÉVERIS. Durante el tiempo que MARX permaneció en la casa paterna, vivían todavía los hermanos HERMANN, HENRIETTE, CAROLINA y EDUARDO: todos ellos murieron jóvenes de tuberculosis pulmonar.
 

*EN ESTA FAMILIA NUMEROSA pasó CARLOS MARX una juventud desahogada. La vida familiar era sosegada, las relaciones entre padres e hijos muy cariñosa; predominaba siempre el tono afectuoso de la época del ROMANTICISMO burgués que imperaba entonces. La familia gozaba de cierto bienestar burgués. El padre adquirió renombre en su profesión, llegó a ser consejero judicial, y pudo comprar en 1819 una casa propia en la Simeonstrasse núm. 8, junto  la Porta Nigra, a donde se mudo la familia, dejando el edificio en la Brückenstrasse núm. 10, considerado como “Casa de CARLOS MARX”.  

Los antepasados del padre y de la madre habían sido RABINOS desde hace muchas generaciones atrás; correspondía a una antigua costumbre que los hijos de rabinos se casaran también con hijos de rabinos. Gracias a ciertas investigaciones conocemos más o menos el árbol genealógico. Con razón han censurado algunos investigadores judíos que en la biografía se haya dejado de lado esta tradición. EUGENIO LEWIN-DORSCH enjuicia de la manera siguiente esta postura de MEHRING en su gran biografía: “MEHRING, en su libro de más de 500 páginas, despacha la infancia de MARX en cuatro o cinco… El excelente conocedor y cronista de la historia prusiana, por lo visto, no ha conseguido interesarse mucho en este aspecto de la vida de MARX.

Pero nosotros no podemos dejar de darle la razón a ONCKEN cuando dice (en su biografía de LASALLE): “Para el estudio biográfico de una vida humana, la época de su formación siempre es más sugestiva que la actividad del hombre formado…”. Pese a que –o precisamente por esto, quizá –MARX ha ignorado casi con toda intención su ORIGEN JUDÍO, su biógrafo tiene el deber de remontar los pasos que la ligan a los judíos. Primeramente hay que prestar atención al elemento RABINO… Desde luego, no hay que sobrevalorar el peso de tal origen. Pero, por otra parte, tampoco debe infravalorarse, aunque MEHRING cree que ya el PADRE de MARX “dejó atrás el judaísmo”, que el hijo “se llevó esta absoluta independencia de todo ligamen judío como valiosa herencia de la casa paterna”, o que en las cartas del padre a su hijo no se observa “huella alguna de costumbres o de vicios judíos”. Con una opinión así de evasiva, despreciativa y falta de reconocimiento a la vez, poco podremos hacer. Solamente entra en contacto con la superficie de la vida espiritual, la conciencia que tiene el individuo de sí mismo, pero no penetra en la profundidad, en lo hondo. Allí donde nacen, invisibles y misteriosas, las fuentes energéticas de la personalidad.

“LA TRADICIÓN DE TODAS LAS GENERACIONES MUERTAS YACE COMO UNA PESADILLA EN EL CEREBRO DE LOS VIVOS”, dice el propio MARX. Y si queremos comprender todo el HUMANISMO de este hombre, hemos de sacar a la luz la herencia de su origen RABINO, herencia de cuya de cuya grandeza él mismo seguramente no era consciente.

La CULTURA ILUSTRADA, “COSMOPOLÍTICA”, de su hogar paterno, la conversión del padre al PROTESTANTISMO, más aún, su propia aversión, enérgica y siempre acentuada, al espíritu comercial del judío, no alcanzan a compensar o anular la “TRADICIÓN DE TODAS LAS GENERACIONES MUERTAS” que seguía influyendo en él.

El padre de MARX había nacido en 1782, en SAARLAUTERN, hijo del rabino MEJER HALEVI MARX. Éste llegó a ser más tarde  rabino de TREVERIS, y en ese cargo le sucedió su hijo mayor SAMUEL,  QUE MURIÓ EN 1827. Entre sus antepasados habría varios rabinos. En los de la mujer de MEIER HALEVI MARX nos encontramos con una serie de importantes eruditos. Esta mujer, es decir, la abuela de CARLOS MARX, JAYE, era hija de MOISÉS LWOW, que también fue rabino en TREVERIS. Asimismo,  el padre de éste, JOSÚA HESCHEL LWOW, había sido en 1723 rabino en TREVERIS y, desde aproximadamente 1693 en WESTHOFEN, ALSACIA. Era hijo del erudito MOÍSES LWOW, de LEMBERG. Entre sus antepasados había hombres famosos, como el erudito de CRACOVIA, JOSÉ BEN GERSON ha-COHEN, MEIR KATZENELLENBOGEN, rabino y presidente de la Escuela Superior Talmúdica en PADUA (m.  en 1566), y ABRAHÁN ha-LEVI MINZ (es decir, de “MAGUNCIA”, muerto aproximadamente en 1525), rabino en PADUA. El padre de éste (nacido aproximadamente en 1408) había dejado ALEMANIA a raíz de las persecuciones a mediados del siglo, y era “una de las primeras eminencias, tanto del judaísmo alemán como el de italiano”.

El abuelo de MARX por parte materna, o uno de sus antepasados, había emigrado de HUNGRÍA a HOLANDA; este abuelo era de NIMEGA. Una hermana de la madre, SOFÍA, estaba casada con el banquero LION PHILLIPS, el abuelo de los que fundaron la CASA PHILIPS. MARX visitó repetidamente a esta familia en ZALTBOMMEL; a menudo arreglaba con su tío, que era el administrador de la fortuna materna, asuntos financieros. Las relaciones con estos parientes holandeses era, sin duda hasta 1870, amistosas.
Las comunidades judías gozaban, en la Edad Media, que para los judíos llega hasta 1800, de autonomía en los asuntos INTERNOS. Las comunidades llevaban económicamente, religiosa y culturalmente, una vida propia; su representante frente al municipio y el Estado era con frecuencia el rabino. Como las comunidades poseían una amplia legislación civil y jurisdicción propia, al rabino le correspondía un papel preponderante en su ejercicio. Además, los judíos no acudían, en la medida de lo posible, a los tribunales profanos. El rabino era menos sacerdote y predicador que MAESTRO y ERUDITO. En la época post-talmúdica, las leyes judías ya no se codificaban. Se hallaba a base del TALMUD y, en casos más difíciles, tras solicitar la opinión escrita (RESPONSOS) de conocidos eruditos. Estos dictámenes se basaban en una exégesis profunda, según normas fijas.

Una observación de la literatura sobre estas normas, sobre la inducción hermenéutica, la analogía, la antinomia o el silogismo, nos da una impresión de este método muy ingenioso que profundiza hasta las últimas posibilidades de la exégesis y que a menudo nos lleva a sutilezas muy finas. De todos modos, tal actividad consultiva presupone un amplio conocimiento de la extensa tradición de la HALAJA del TALMUD, que sólo podía obtenerse mediante un estudio ininterrumpido. Algunos hombres de la serie  de ANTEPASADOS que nos ocupa, gozan de un gran renombre en la literatura de los RESPONSOS, como  JOSUA HESCHEL LWOW y JOSÉ BEN GERSON ha-COHEN. Si nos imaginamos el carácter del antiguo rabinismo, podremos decir que EN LA PERSONA DE CARLOS MARX SE CENTRA UNA TRADICIÓN ERUDITA DE VARIOS SIGLOS, ALCANZANDO A LA VEZ SU CÚSPIDE Y SU FIN.  
Se ha pretendió ver el ORIGEN de alguno de sus rasgos en determinados ANTEPASADOS, por ejemplo, su combatividad en  aquel JOSUA HESCHEL LWOW. A veces se aceptaban las INFLUENCIAS muy someramente cuando, por ejemplo, como ARTHUR SAKHEIM, se le llama el “exegeta y talmudista de la SOCIOLOGÍA”.

Se ha pretendido interpretar la sorprende capacidad asociativa de MARX, la agudeza de su polémica y su maestría dialéctica, como HERENCIA de esta LARGA SERIE DE ERUDITOS, entrenados en el trabajo teóricos y en la agudeza del entendimiento. GEORG ADLER insiste en la “receptividad natural del espíritu de MARX” para las conclusiones RADICALES, y en su “talento para la abstracción, la deducción y la construcción”, que con el estudio de la FILOSOFÍA de HEGEL debió desarrollarse todavía más. Como quiera que sea, en modo alguno puede ignorarse esta serie de ANTEPASADOS. Esta es la opinión de todos los investigadores judíos, o sea, de los juzgadores más competentes de las posibles influencias (por ejemplo: G. ADLER, S. DUBNOW, D. FRARBTEIN, H. HOROWITZ, E. LEWIN-DORSCH, G. MAYER, A. SAKHEIM, B. WACHSTEIN, S. de WOLF). MUCHOS INVESTIGADORES sitúan a MARX en la misma línea que los ANTIGUOS PROFETAS. De esto y del pretendido anti-semitismo de MARX…

El padre se hizo bautizar a la edad de treinta y cinco años, en 1816 o 1817, pero no adoptó la confesión católica.

CARLOS MARX estuvo cinco años en el colegio de JESUITAS que en la época prusiana se llamó “INSTITUTO de FEDERICO-GUILLERMO”. El colegio gozaba de buena fama, sobre todo gracias su director, WYTTENBACH, que como kantiano y liberal tenía mucho prestigio entre la población de la comarca. Fue profesor de Historia de MARX. En el certificado de madurez se le reconocieron al BACHILLER muchas aptitudes, así como buena aplicación en lenguas antiguas, en alemán y en historia, aunque menos en matemática y en francés. Su redacción en alemán obtuvo la calificación “bastante buena”, pese a que el autor cayera en “el vicio, corriente en él, de buscar exageradamente expresiones poco usuales y muy expresivas”. Se confirma que traducía los clásicos latinos y griegos con habilidad y prudencia, aun los lugares difíciles, “sobre todo aquellos donde la dificultad no consiste tanto en la singularidad del idioma como la idea y en el razonamiento”. Bastante buenos eran sus conocimientos del francés, igualmente los de doctrina religiosa y matemática, conocía bastante la geografía y la historia, pero sus conocimientos de física eran sólo regulares.

De la exposición del tema de religión, que trataba de “UNIÓN DE LOS CREYENTES EN CRISTO SEGÚN JUAN, 15, en su fundamento y esencia, en su necesidad ineludible y en sus consecuencias”, se ha pretendido deducir una postura CRISTIANA básica de MARX. Ello, sin razón alguna. El muchacho, que fue bautizado sin que le PREGUNTARAN, no pudo hablar del tema a partir de una experiencia religiosa.

Aceptaba la religión como una ética: SÓLO POR MEDIO DE CRISTO HA TENIDO EL HOMBRE LA POSIBILIDAD DE ELEVARSE HACIA UNA VIRTUD PURA Y CRISTIANA, QUE LOS PUEBLOS ANTIGUOS, los SALVAJES, no podían alcanzar. POR ELLO ES NECESARIA LA UNIÓN CON CRISTO, UNIÓN QUE PROPORCIONA EDIFICACIÓN INTERNA, CONSUELO EN LAS PENAS, SERENA CONFIANZA Y UN CORAZÓN ABIERTO AL AMOR HUMANO, A TODO LO NOBLE, LO ELEVADO, NO POR AMBICIÓN O AFÁN DE GLORIA, SINO ÚNICAMENTE POR CRISTO. EN ESTO NO DEBE VERSE UN CREDO; PRONTO MARX RECHAZARÁ EL CRISTIANISMO CON IGUAL INSISTENCIA QUE EL JUDAÍSMO.

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar

DIARIO PAMPERO Cordubensis.
INSTITUTO EMÉRITA URBANUS.
Córdoba de la Nueva Andalucía, a 3 de diciembre del Año del Señor de 2012.
FIESTA de SAN FRANCISCO JAVIER, Confesor.
“Híceme flaco con los flacos, para ganar a los flacos. Híceme todo por todos, para salvarlos a todos”. (1 Corintios, 9, 22).
Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA”
¡LAUS DEO TRINITARIO!
¡VIVA HISPANOAMÉRICA!
Archivo: KARL MARX en documentos propios y testimonios gráficos p. WERNER BLUMENBERG. Gspp*.


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