lunes, abril 20, 2009

In memoriam - La batalla de Montecassino y la destrucción del monasterio benedictino

“Algún día todo el mundo conocerá la verdad sobre lo ocurrido en Montecassino”.
(Abad GREGORIO DIAMARE, 6 de enero de 1944).
(Nota complementaria).

Por F.V.K.

“Quizás nunca, a lo largo del siglo XX, el comienzo de la Eneida: “Arma virumque cano…” ha investido a una batalla mejor que a ésta. Eso sí, por dos razones habría que decirlo en plural: “Cantos las armas y los héroes…”, porque allí pelearon guerreros, muchos de los cuales se convirtieron en héroes, y porque esto sucedió en una tierra bien conocida por VIRGILIO y a menos de 100 km de su propia tumba.
138 km al sur de Roma y 75 al norte de Nápoles (Neapolis) se encuentra la pequeña ciudad de Cassino; sobre la colina, detrás del pueblo, se levanta la famosa Abadía de Montecassiano, fundación de SAN BENITO (BENEDICTUS) DE NURSIA. Descripta ya por TERENCIO VARRÓN, Cassino fue volska antes de ser romana.
Cuando en el 527 desde Subiaco (Sub Lacum) llegó SAN BENITO Abad, encontró la ciudad al pie de la colina destruida por los bárbaros. Y en la cima restos de una acrópolis (ciudad de arriba) y un templo de Apolo venerado por los lugareños. En el área de este templo levantó SAN BENITO dos iglesias y allí estableció y vivió sus últimos años. Y comenzó la historia de este monasterios, el más importante de Occidente, padre de muchos otros.
Los lombardos lo destruyeron en 581 y en 717 monjes de San Giovanni Laterano y eremitas del lugar lo restablecieron. SAN BONIFACIO, apóstol de Alemania, envío discípulos para estudiar la regla benedictina para el Monasterio de Fulda. Acudieron de toda Europa: SAN WILLIVALDOde Inglaterra; CARLOMÁN, (hijo de CARLOS MARTEL, patrono de mi casa en Córdoba), RATCHIS, rey de los lombardos, deja el cetro y se hace monje, quizás como reparación por lo de 581. Crece el estudio de las letras con el monje WARNEFRIDO, hasta que los sarracenos incendian en 883 el monasterio y matan a los monjes. El Papa AGAPITO II lo restaura en 949.
Al comenzar el siglo XI tenemos la era de mayores grandezas del monasterio. Durante la Edad Media y el Renacimiento llegó a ser la más pura fuente de la vida benedictina y un gran centro de intensa vida intelectual. Papas y Emperadores lo visitaron (ENRIQUE II en 1022).

Dicen que SAN ODILÓN de Cluny quedó maravillado con los monjes. En 1087 el famoso Abad DESIDERIO fue elegido Papa con el nombre de VÍCTOR III. En el siglo XII lo visitó SAN TOMÁS DE AQUINO; las luchas entre las casas de Suabia (Alemania) y Anjou (Francia) convirtieron a los monjes en guerreros. Un terremoto lo afectó en 1349.
Los franceses (1504) dañaron la Abadía utilizada como fortaleza en sus guerras con los españoles. El Gran Capitán tuvo que tomar por asalto el monasterio para convertirse luego en su más decidido defensor, consiguiendo la protección del Papa JULIO II y del Rey FERNANDO el Católico. Siguieran siglos de esplendor hasta que los franceses lo saquearon. En 1805 JOSE BONAPARTE (Pepe Botellas) lo secularizó nombrando a los monjes conservadores del edificio y del archivo. Uno de sus protectores en el siglo XVIII fue CARLOS III, fundador de nuestro virreynato (y de la argentinidad, decimos en Diario Pampero Cordubensis).
Convertido así este monasterio en uno de los monumentos más importantes de la Cristiandad y la cultura europea, llegamos a la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (En Europa de 1939 hasta 1945).
Testimonio de su amor a las letras (y el deseo de Dios) fue su riquísima biblioteca de 60.000 volúmenes.
¿Qué dos mejores custodios que SAN BENITO y VIRGILIO para tutelar a través de los siglos hasta la batalla de 1944 volvió a lacerar esta tierra sagrada para la religión (católica y antigua de los dioses) y la cultura greco-romana-cristiana?

LA BATALLA de MONTECASSINO se desarrolló entre enero y junio de 1944, seis meses que dejaron como resultado la destrucción del monasterio y una victoria sin gloria para los Aliados anglonorteamericanos, otra sin esperanza para los polacos y una retirada gloriosa para los soldados alemanes, quienes la convirtieron en unas Termópilas del siglo XX, según dijera nuestro querido amigo y maestro el profesor CARLOS DISANDRO.


ANTECENTES: LOS DESEMBARCOS EN SICILIA y SALERNO



DESPUÉS de la conquista de Túnez por los Aliados y el bombardeo de la isla Pantellería, la lógica apuntaba a Sicilia.
Ante la CRISIS HITLER ofreció a MUSSOLINI cinco divisiones frescas para fortalecer a las diez italianas en la isla. MUSSOLINI, por cuestión de prestigio, dijo que tres bastaban. Pero no había criterio unido sobre el próximo paso Aliado entre los dos líderes del Eje. Mientras el general JODL intentaba convencer a HITLER de que los Aliados atacarían Cerdeña, MUSSOLINI y el Mariscal KESSELRING y sus respectivos estados mayores estaban convencidos de que el próximo paso sería Sicilia, combinado quizás con algún desembarco audaz en el Adriático o el Tirreno. En mayo de 1943 los Aliados hicieron lo obvio: Sicilia. La única división alemana allí era la 15 de Granaderos Panzer. Inmediatamente fue despachada la famosa División de Paracaidistas Hermann Göring, cuerpo de elite de la Luftwaffe, que meses después se cubriría de gloria en Montecassino. Poco para las vacilantes divisiones italianas estacionadas en la isla. KESSELRING comprobó que las enviadas por Berlín eran pocas y llegaban tarde. Si se replegaban casi intactas de Sicilia, pese al intenso bombardeo, fue por lo vacilante del avance Aliado y por la gran cantidad de tropas del 6º Ejército italiano que iban cayendo prisioneras. (“Los italianos deseaban frenéticamente rendirse”, dijo Eisenhower, no sin socarrona satisfacción).

Para alivio de KESSELRING el alto mando Aliado no había intentado hasta entones un desembarco en Calabria, que hubiera la retirada de las tropas alemanas por el Estrecho de Messina y convertido al desembarco en Sicilia en una abrumadora victoria Aliada, ya que KESSELRING disponía sólo de sus dos divisiones para todo el sur de Italia.
A TODO ESTO EL 25 DE JULIO FUE DESTITUIDO EL DUCE BENITO MUSSOLINI POR EL REY VÍCTOR MANUEL III. Para HITLER esto fue señal segura de que el nuevo gobierno italiano buscará salir del conflicto firmando la paz por separado con los Aliados. Y así fue. Sin embargo el mariscal KESSELRING no lo creía, por afecto a los italianos y por su temperamento optimista. Desde Berlín llegó una orden terminante: desarmar las tropas italianas al primer indicio de capitulación.
El 3 de septiembre se firmó el armisticio entre el nuevo gobierno italiano y los Aliados y MONTGOMERY cruzó el Estrecho de Messina. El 8 se produjo el desembarco en Salerno junto con la noticia del armisticio. “Aunque los alemanes fueron tomados por sorpresa – dice LIDDEL HART decisivo historiador militar – su acción en Roma fue rápida y decisiva, y como deseo íntimo de los italianos era dejar de combatir, ¡en ausencia de los Aliados se rindieron a los alemanes!”.
Después de dejar instrucciones, incumplidas, de resistir a los alemanes, el jefe del estado mayor del ejército italiano, General ROATA, huyó hacia el sur siguiendo a BADOGLIO y al Rey. Esto libró a los alemanes de la desagradable situación de usar las armas contra sus antiguos aliados y evitó que Roma, capital del Reino de Italia se convirtiese en campo de batalla. KESSELRING se comprometió a considerar ciudad abierta a Roma y respetó este compromiso hasta el fin de la ocupación alemana en junio de 1944.
Causa del éxito del desembarco Aliado en Salerno fue para los alemanes su desesperando falta de tropa y virtual inexistencia del arma aérea. Si los Aliados no pudieron avanzar de un solo impulso hacia Roma fue por una extraña combinación de errores tácticos y estratégicos, sumados a la timidez de sus mandos en el frente. Según JOHN F. C. FULLER, lo que podía haber sido una campaña rápida se prolongó de una forma agobiadora que “se puede dividir en tres partes: 1. la razonable, hasta la captura de Nápoles; 2. la política, hasta la ocupación de Roma y 3. la absurda, de Roma en más.
No obstante, el 11 de septiembre en Salerno la única intervención masiva de la LUFTWAFFE puso en situación crítica el desembarco: los Aliados estuvieron a un paso de la frustración. Por el contrario, el desembarco en Calabria fue precedido por un “colosal golpe” (MONTGOMERY dixit), lamentablemente en el vacío, de la aviación Aliada; los alemanes se habían retirado. El 27 de septiembre ocuparon los Aliados Foggia y el 1º de octubre Nápoles. El 20 de septiembre los alemanes dejaron Cerdeña y el 4 de octubre Córcega. Esto permitió la recuperación operativa de la magnifica 90º División de Granaderos Panzer, luego activa en Montecassino.

A mediados de octubre el mariscal KESSELRING, siguiendo una cuidadosa estrategia, retiró sus tropas desde el río Volturno hasta el Garigliano. La línea de defensa de KESSELRING – que el Alto Mando alemán tardó en aprobar – buscaba formar una llave en el Garigliano y el Sangro con epicentro en Cassino y permanecer allí entre 4 a 6 meses, para preparar una segunda línea en los Apeninos. Esta primera fue denominada línea GUSTAV y las segunda (en preparación) línea Gótica. A instancias del mariscal ROMMEL, HITLER sólo creía posible la línea Gótica para intentar una posterior defensa de los Alpes. Dudó bastante hasta aceptar el plan de KESSELRING, quien debido a su capacidad estratégico siguió siendo comandante supremo en Italia hasta su último destino como jefe para la defensa del sector sur del territorio del REICH en 1945. La crisis se produjo en el Sangro – sobre el Adriático – donde el mariscal MONTGOMERY logró avanzar y tomar prisioneros a los jefes de la 90º Panzer Grenadiere que había llegado a marcha forzada para frenarlos. Y lo consiguieron en Ortona, que MONTGOMERY, pese al feroz bombardeo aéreo y de artillería, no pudo tomar.
Desde entonces todos los ojos de ambos frentes se concentraron en la cadena de los Abruzos y en su clave: CASSINO y las montañas que lo rodean. Pero ambas partes contemplaban también la posibilidad de desembarcar en retaguardia: Livorno o Citvitavecchia para los alemanes y Anzio o algún punto más al sur para los Aliados.
Así estaban las cosas cuando se preparaba la batalla, aunque más exacto es decir, BATALLAS DE MONTECASSINO.
KESSELRING y VON SENGER por un lado; ALEXANDER y CLARK por el otro.
Mientras MUSSOLINI era rescatado, mientras en Rusia se libraba una gigantesca batalla defensiva, mientras en los Balcanes 22 divisiones alemanas eran restadas de otros frentes y en Francia y en Bélgica se esperaba la Invasión anglonorteamericana, las diezmadas fuerzas de KESSELRING seguían sosteniendo el frente en Italia, ante un ejército inglés, y uno norteamericano, reforzado por hindúes, neocelandeses, judíos, polacos, brasileños, sudaneses e italianos. Cuatro mil aviones Aliados dominaban el espacio frente a 300 aviones alemanes; la artillería antiaérea de los generales JAHN y KRUSE hicieron lo indecible para que el frente no fuera destrozado desde el aire, labor que el el mariscal inglés ALEXANDER calificó de “formidable”.
Durante cuatro meses los paracaidistas alemanes acantonados en CASSINO detuvieron esa oleada de fuerzas rivales y frustraron tres ofensivas o batallas de contingentes superiores. Contra lo que entonces se creía, el monasterio no se hallaba ocupado por los alemanes. El historiador británico LIDDELL HART así lo aclaró posteriormente. El mariscal KESSELRING hasta había puesto centinelas a la entrada del monasterio para que ningún soldado se refugiara en él. Tanto el Abad como el S.S. PIO XII fueron informados de esto y se encargaron de comunicarlo así a los Aliados. Sin embargo, las fuerzas atacantes tuvieron desconfianza y barrieron con el Monasterio.

La primera embestida aliada sobre Cassino se inició el 18 de enero de 1944 y fracasó, la segunda, el 15 de febrero; entonces el Monasterio fue destrozado por el bombardeo aéreo, por las oleadas de asaltantes tuvieron que replegarse ante la obstinada resistencia de los defensores.
A continuación se organizó minuciosamente una ofensiva más potente y poderosa, a cargo del 8º ejército inglés y del 5º ejército norteamericano. Se creyó que mediante una concentración sin precedentes de ataques aéreas y del fuego de artillería podría exterminarse a gran parte de los paracaidistas alemanes y dejar el resto fuera de combate. Para esos efectos, se movieron 11 grupos pesados de la Fuerza Estratégica Aliada del Mediterráneo y se concentró gran parte de las artillería de dos ejércitos. Durante varias semanas se acopio de bombas y de proyectiles, de todos los calibres y de las más diversas características.
El bombardeo aéreo sobre Cassino se inició a las 08.30 hs. del 15 de marzo de 1944 durante tres horas y media 500 aviones pesados lanzaron 1.100 toneladas de poderosos explosivas. APENAS terminado el bombardeo aéreo, 890 cañones y obuses tendieron una terrible cortina de fuego, disparando durante cuatro horas consecutivas 195.969 proyectiles, con un total de 4.230 toneladas. Toda el área de Cassino, desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde, fue un infierno de explosiones y de llamas. El mando Aliado tuvo entonces la certeza de que los paracaidistas alemanes habían sido abrumados y que los sobrevivientes habrían quedado psíquicamente incapacitados para combatir. Minutos después se lanzó l primera ola de infantería apoyada por bombarderos ligeros y cazas, que todavía arrojaron otros 54.000 kilos de bombas sobre los defensores.
Entones ocurrió algo desconcertante para las tropas aliadas. Aunque las bajas alemanes habían sido sensibles, la moral de combate seguía alta y los supervivientes se lanzaron furiosamente al contraataque entonando cantos de guerra. La infantería Aliada se vio comprometida y copada en una violenta batalla con la que no contaba y algunos grupos hasta fueron copados y premiosamente tuvieron que solicitar refuerzos. Varias oleadas de contingentes aliados estuvieron siendo lanzadas a la carga, en la creencia de que la resistencia alemana se desplomaría de un momento a otro, pero continuó combatiéndose durante horas y durante días, hasta que dos semanas después se suspendió el ataque. Todo asalto había fracasado.

El Mayor JAMES W. WALTERS del Ejército norteamericano, refiere en “Apoyo Aérea y de Artillería”, que “un sobreviviente (alemán) creía que menos 10, de 60 soldados originalmente en su organización, escaparon con vida. Otro prisionero expreso que él era el único de un grupo de 15ba 20 hombres…
Un informe especial psiquiátrico sobre cinco prisioneros capturados en Cassino, indicó que el bombardeo había ocasiono muy poco efecto MENTAL en los alemanes…Los neozelandeses capturaron la colonia 193; la 4ª división indostánica ocupo algunos puntos en una ladera de Cassino, pero luego fue aislada, cercada, y tuvo que recibir abastecimiento desde el aire para poder retirarse. Cuando finalmente se suspendió el ataque, después de 15 días de lucha, las ganancias eran relativamente pequeñas y muy pocas de las posiciones capturadas se pudieron retener”.
En esos días, dice el general EISENHOWER en su libro “Cruzada en Europa”, fue cuando “las neurosis provocadas por la continua exposición al fuego crecieron de manera según la intensidad de nuestras ofensivas”. Y el general WILLIARD S. PAUL, del Cuerpo d Estado Mayor, reveló posteriormente (“La administración de Personal”), que “por cada caso de psiconeurosis admitido en los hospitales, había tres casos adicionales recibiendo tratamiento en clínicas, sin hospitalización…Hubo 224.000 licenciamientos médicos debido a la psiconeurosis…Aproximadamente del 15 al 25 por ciento de las bajas en combate eran casos NEUROPSIQUIÁTRICOS”.
Esa exacerbada sensibilidad era una prueba más de que el pueblo norteamericano no sentía como suya la guerra que F. D. ROOSEVELT y su camarilla judía le impusieron para beneficiar intereses inconfesables. Los hombres marchaban al frente, porque no podían evitarlo, pero llevaban dentro de sí el conflicto de quien es empujado a una situación que no tiene necesidad de afrontar, pero que tamoco puede rehuir.

UNA CUARTA OFENSIVA ALIADA SE INICIO EN MAYO DE 1944, PERO ENTONCES EL CENTRO DE GRAVEDAD SE EJERCIÓ MUY AL PONIENTE DE CASSINO, CERCA DE LA COSTA “LAS DOS DIVISIONES ALEMANAS QUE EN ESE FLANCO HABÍAN TENIDO QUE RESISTIR EL ATAQUE DE SEIS DIVISIONES DEL 5º CUERPO EJÉRCITO NORTEAMERICANO, HABÍAN SUFRIDO PÉRDIDAS ENORMES”, según afirma CHURCHILL en sus Memorias.
Superados los defensores en proporción de 4 a 1, se replegaron hasta el norte de Roma para la resistencia postrera de 1945. CIEN MIL ALEMANES QUEDARON SEPULTADOS EN SUELO ITALIANO. LO INCREÍBLE HABÍA SIDO HECHO YA; VEINTE MESES SE MANTUVO SE MANTUVO EL FRENTE ALEMAN EN ITALIA DESPUÉS DE QUE EN SEPTIEMBRE DE 1943 PARECÍA QUE IRREMISIBLEMENTE IBA A DERRUMBARSE EN VEINTE MINUTOS”. (Cfr. BORREGO SALVADOR, “Derrota mundial”, p. 446-448. 19ª edición, México, 1970).

SÍMBOLOS

“En esta guerra combate la verdadera Europa contra Asia. Si Alemania cae, caerá la pieza principal de Europa. Por esto estoy dispuesto a permanecer junto con mis hombres y ustedes hasta el fin, aunque sea ante las puertas de Berlín. Los aliados occidentales que ahora ayudan a destruir a Alemania un día se arrepentirán de ello”. (PRÍNCIPE VALERIO BORGHESE, “Luchamos y perdimos”, pág. 36).

“En la Abadia de Montecassino no había soldados alemanes, los cuales ni siquiera utilizaron el observatorio metereológico del monasterio. Pero, al quedar destruida, los germanos se hicieron fuertes en las ruinas, convertidas en parapetos ideales. La Primera División de Paracaidistas se cubrió de gloria en una resistencia encarnizada que se prolongó por espacio de más de cuatro meses.Aquí los Paracaidistas de la Primera División, llamados “diablos verdes” observando los movimientos del enemigo”. (“Europa en llamas 1939”, JOSÉ MARÍA MUNDET, p. 318).

“El lento y penoso avance por el extenso sur de Italia llegó hasta CASSINO – donde iban a librarse cuatro de las notables batallas de la guerra de la guerra mundial – y quedó detenido ante los paracaidistas alemanes. . La invasión de Italia, iniciada el 3 de septiembre, se hallaba atascada frente a CASSINO cuatro meses después”. (BORREGO, SALVADOR, “Derrota mundial”, p. 436).

“TODOS, ES EL ADJETIVO DE LA DEMOCRACIA: LA PALABRA QUE HA LLENADO EL SIGLO XIX. ES TIEMPO DE DECIR: POCOS Y ELEGIDOS. LA VIDAVUELVE AL INDIVIDUO”. (SALVADOR BORREGO, “DERROTA MUNDIAL”, p. 438). Dicho de BENITO MUSSOLINI, Duce de Italia, 1922-1945.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis Nº 199

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