lunes, marzo 30, 2009

Lugones y la hora de la espada

“Llevo en mi la patria entera
Que es una dulzura cordial,
Como la miel del panal
Lleva en una gota la pradera”.


El jefe de este nuevo grupo de presión era Leopoldo Lugones (1874-1938) , su nombre debía haber presagiado un futuro provisor para el mismo. En cambio, ya en noviembre del mismo año, la Legión Cívica Argentina, que había sido uno de los nucleamientos que auspició Guardia Argentina, se retiró por diferencias de opinión sobre las atribuciones concedidas a Lugones. A poco, Guardia Argentina se convirtió simplemente en otro nucleamiento nacionalista de muy poco importancia.
El grupo de Lugones no consiguió cumplir su propósito debido principalmente al propio Lugones. Era un gran poeta, demasiado metafísico y demasiado apasionado, y contrariaba a demasiada gente, incluso a sus amigos.
El surgimiento del nacionalismo como fuerza distinta en la vida política argentina se encuentra inseparablemente ligado a la Revolución Militar del 6 de septiembre de 1930. Ningún nacionalista soñó con mayor entusiasmo con dicho movimiento militar que Leopoldo Lugones, el gran poeta y hombre de letras argentino.
Lugones nació en Santa María del Río Seco, un pueblito de Córdoba, en 1874.

“Que nuestra tierra quiera salvarnos del olvido,
Por estos cuatro siglos que ella hemos servido”.


Además, en un momento en que la mayoría de los nacionalistas se interesaban únicamente por cuestiones políticos, LUGONES se preocupaba en forma creciente por cuestiones económicas. Influido por las ideas económicas de ALEJANDRO E. BUNGE, LUGONES había formulado sus opiniones en La Grande Argentina, publicado pocos meses antes de la Revolución de septiembre. (Leopoldo Lugones, La Grande Argentina, Buenos Aires, B.A.B.E.L., 1930).
La Grande Argentina de LUGONES debía ser fuerte, poderosa, independiente en lo económico, altamente industrializada y con una red ferroviaria que debía servir no sólo para exportar las riquezas nacionales sino para abastecer su mercado interno. Esta Argentina debería desarrollar sus recursos naturales, descuidados por una oligarquía liberal cuyo obsesivo interés en la agricultura había condenado al país a la monoproducción y, por lo tanto, a un status colonial.
La Grande Argentina de LUGONES aceptaría inversiones extranjeras para su desarrollo, pero bajo condiciones que favorecieran a la Argentina “económicamente libre” y no sólo a los capitalistas foráneos. Este programa nacionalista, insistía LUGONES, debía llevarlo el Ejército pues era el único sector de la sociedad argentina con el poder y la capacidad para hacerlo triunfar. Pero también requería que los argentinos abandonaran del todo al liberalismo, ya que su fracaso era evidente, y la democracia constituida “una calamidad pública” (Lugones, Antología, p. 431).

Así, a GRANADEROS A CABALLO…

Con arrebato de horda va el corcel formidable.
Enredado a sus crines ruge el viento de DIOS.
Sobre el bosque de hierro vibra en llamas un sable
Que divide a lo lejos el firmamento en dos.

La montaña congénere, donde el cóndor empluma,
Sonreída de aurora despertó a ese tropel
De patria, y la simétrica marea ungió en la espuma
De un brindis gigantesca los flancos del coronel.

La tierra, devorada por los cascos, se abisma
En el tremendo vértigo que arrastra aquel alud.
Y el himno natal surge del trueno con la misma
Voz que estalló en clarines en los campos del Sud…

¡Tufo de potro; aroma de sangre; olor de gloria!...
La hueste bebe el triunfo cual alcohol,
Y la muerte despliega sobre su trayectoria,
Acabada la tierra, la mar de luz del sol.

Un alto en el camino: Durante cierto tiempo, LUGONES pareció convencido de que había llevado la hora de la espada para construir la Grande Argentina. La sociedad debería ser organizada de acuerdo con líneas jerárquicas, y sólo el Ejército o, su frase, “la última aristocracia”, puede lograrlo.
“Sólo la virtud militar realiza en este momento histórico la vida superior que es belleza, esperanza y fuerza” (Lugones, Antología, p. 461).
Debía elegir entre la democracia, llamada por el magno poeta “el triunfo cuantitativo de los menguados”, y una aristocracia de los más aptos, a la cual consideraba una
“…gloriosa tiranía en el individuo considerablemente superior”. (Leopoldo Lugones, “La Hora de la Espada”, El Hogar, Buenos Aires, 10 de abril de 1925, P. 10).
Hacia mediados de la década del veinte, LUGONES ya enfilaba los principales dardos de su invectiva contra la democracia, en especial la democracia radical. Para el maestro de Córdoba, HIPÓLITO YRIGOYEN resultaba el ejemplo supremo de la ineficacia del sistema. Cosa bastante extraña, LUGONES por entonces continuaba publicando sus opiniones en el matutino liberal La Nación-DIARIO. De 1927 a 1930 escribió una serie de ensayos relativos a los males del parlamentarismo y a so concepto del poder. Dichos ensayos fueron publicados por el Círculo Militar bajo el título de La Patria fuerte. (Leopoldo Lugones, La Patria fuerte, Buenos Aires, Biblioteca del Oficial, 1930).
LUGONES insistió repetidamente en que la Argentina necesitaba una completa renovación de su sistema; instituciones nuevas, y no reconstituidas; el fin del sufragio universal y a la supresión de los políticos profesionales, cuyo único propósito era el de enriquecerse. El nuevo futuro de la Argentina, decía, debía dividirse entre el Ejército. “los ciudadanos elegidos, y los representantes de las instituciones y organizaciones existentes. (Leopoldo Lugones, La Nación, 30 de octubre de 1927).
Sus palabras constituían una definición, aunque vaga, de una sociedad corporativa funcionando en una estructura autoritaria.
Durante cierto tiempo, LUGONES pareció convencido de que había llegado la hora para construir la hora para construir la Grande Argentina. Al menos así lo declaró en su Política revolucionaria, que dedicó a la Revolución de Septiembre.
LUGONES trató de lograr apoyo para las reformas de URIBURU, explicando que Argentina necesitaba una revolución y ninguna revolución podía tener éxito sin el respaldo de las Fuerzas Armadas ya que los ejércitos modernos están equipados para destruir cualquier alzamiento. El gobierno de URIBURU era la respuesta a los problemas de la Argentina. Sus reformas eran necesarias y juiciosas. Debía cambiarse la Constitución porque era un documento “extranjero”. (Leopoldo Lugones, Política revolucionaria, Buenos Aires, Librería Anaconda, 1931, P. 32).
Debía eliminarse a los políticos que aceptaban sobornos. La mejor solución sería la representación funcional, y la gente que no trabajara no tendría derecho a votar.

Así, QUIETUD MERIDIANA

Canta el silencio en la inmensa
Serenidad luminosa
Que sobre el campo reposa
Y al fondo del bosque piensa.

Canta el silencio en el alma
La gloria del mediodía
Con tan perfecta armonía
Que no es más que luz y calma.

Canta el oro del trigal,
Canta la fuerza del roble,
Y la bondad grave y noble
Del corazón del nogal.

Canta la sazón labriega
Del rubio calor que suda,
La noble espalda desnuda
Bajo el peso de la siega.

Y lo remoto del día,
Donde parece que el cielo
Se acaba de abrir al vuelo
De un grande ángel que subía;

Y el albor con que al pasar
Perfila su ala en la vela,
Sobre la lejana tela
Que empina el azul del mar;

Y el gozo del hombre bueno
Que ganó bien su descanso;
Y el sosiego del buey manso
Que rumia, conforme, su heno;

Y el ojo del agua tersa
Que mirando desde el pozo
Con celestial alborozo
Se azula en la hondura inversa;

Y EL SANO Y VALIENTE AFÁN
DE LA MADRE LABORIOSA,
QUE CON HONRADEZ SABROSA
SE ESTÁ DORANDO EN EL PAN.


Ahora bien, antes de pasado un año en diciembre de 1924, el presidente ALVEAR envió al Perú a su ministro de Guerra, general AGUSTÍN P. JUSTO. En la ocasión, se conmemoraba el centenario de la Batalla de Ayacucho (1824-9 de diciembre-1924). LUGONES acompaña a JUSTO como delegado oficial, y el mayor poeta argentino pronuncio un largo y vibrante discurso que se conoce en su patria como “la hora de la espada”.
La espada, o sea el Ejército, explico LUGONES, dio a la Argentina el único logro real del cual de podía enorgullecerse: la independencia. Desde entonces, los argentinos han vivido en el desorden y la frustración, productos de la democracia y la demagogia. Al presente se encuentran amenazados por un peligro todavía mayor: el socialismo, y ese peligro puede eliminarlo la espada. Ha llegado de actuar, porque la democracia resulta una fórmula anticuada de gobierno. La sociedad debería ser organizada de acuerdo con líneas jerárquicas, y sólo el Ejército o, en su frase, “la última aristocracia”, puede lograrlo.

“Sólo la virtud militar realiza en este momento histórico la vida superior que es belleza, esperanza y fuerza. (Lugones, Antología, p. 461).

Este discurso ganó para LUGONES nuevos amigos en la oficialidad argentina, pero también irritó a muchos compatriotas y hispanoamericanos, en especial porque había dicho por un delegado oficial y un hombre de reconocida fama. Las repercusiones llevaron hasta Costa Rica, donde la revista Repertorio Americano publicó un duro ataque a LUGONES surgido de la pluma de un profesor de filosofía chileno llamado ENRIQUE MOLINA.
El citado artículo, titulado “La ideología del señor Lugones” debió haber llegado a su destinatario, pues LUGONES mostró su irritación en una carta publicada por El Hogar de Buenos Aires el 10 de abril de 1925. Debía elegir entre la democracia, llamada por él “el triunfo cuantitativo de los menguados”, y una aristocracia de los más aptos, a la cual consideraba una

“…gloriosa tiranía en el individuo considerablemente superior”. (Leopoldo Lugones, “La Hora de la Espada”, Buenos Aires, 10 de abril de 1925, p. 10).

LUGONES insistió repetidamente en que la Argentina necesitaba una completa renovación de su sistema: instituciones nuevas, y no reconstituidas; fin del sufragio y la supresión de los políticos profesionales, cuyo único propósito era el de enriquecerse. El nuevo futuro de la Argentina, decía, debía dividirse entre el Ejército, “los ciudadanos elegidos”, y los representantes de las instituciones y organizarse existente. (Noé Jitrik, Leopoldo Lugones, mito nacional, Buenos Aires, Palestra, 1960, pp. 111-113). Sus palabras constituyen una definición prejusticialista aunque vaga, de una sociedad corporativa funcionando en una estructura autoritaria. LUGONES había alcanzado entonces el extremo opuesto del espectro político.

Lo más importante era sin embargo las apreciaciones sobre el cambio indispensable que el país necesitaba, y que los liberales preponderantes en el gobierno provisional uriburista se negaban a encarar. Así LUGONES les decía a los pregoneros de la vuelta a la “normalidad constitucional”.

“Ambos son, por lo demás, complementarios entre sí, bajo la sintética definición de liberalismo y nadie ignora que Inglaterra fue hasta ayer, no más, su modelo. El liberalismo consiste esencialmente en la libertad de comercio o abstención del Estado cuando de dicha actividad se trata”. (Pensamiento Político Nacionalista, Antología por JULIO IRAZUSTA, III El estatuto del coloniaje (1ª Parre), Obligado Editorial, Buenos Aires, 1975, p. 175).

Vea si no: “Querer ser como Rusia, o como Italia, o como Alemania, Francia o Estados Unidos es no llegar a ser nunca. Equivale a declararse colono perpetuo; lo que significa la adopción de la servidumbre. No hay más que un modo de ser, y es ser lo que uno es. Así lo asentado nuestro Gran Capitán, bien dijérase que a espada; aquel que como un numen infundió a la patria la animación inmortal en el soplo de la gloria. Un militar, señores míos, un militar devoto de la Virgen por añadidura. Lo contrario del ideólogo liberal; objeto expreso de su inclemencia”. (“Hallazgo del país”, 8.XI.1936).

Él mismo ya lo había intuido, tenía profunda y secreta conciencia de su destino; por eso había podido escribir:

“¡POBRE PÁJARO AFLIGIDO
QUE SÓLO SABE CANTAR,
Y CANTANDO, LLORA EL NIDO
QUE YA NUNCA HA DE ENCONTRAR!”


Y,

DEDICATORIA A LOS ANTEPASADOS (1500-1900

A Bartolomé Sandoval,
Conquistador del Perú y de la tierra
Del Tucumán, donde fue general,
Y del Paraguay, donde como tal,
A manos de indios de guerra
Perdió vida y hacienda en servicio real.

Al maestre de campo Francisco de Lugones,
Quien combatió en los reinos del Perú y luego aquí,
Donde junto con tantos bien probados varones
Consumaron la empresa del Valle Calchaquí.
Y después que enviudado,
Se redujo a la Iglesia, tomando en ella estado,
Y con merecimientos digno de la otra foja,
Murió a los muchos años vicario en La Rioja.
A don Juan de Lugones el encomendero,
Que, hijo y nieto de ambos, fue quien sacó primero
A mención las probanzas, datas y calidez
De tan buenos servicios a las dos majestades;
Con que el rey obtuvo, más por carga que en pagó,
Doble encomienda de indios en Salta y en Santiago.

Al coronel don Lorenzo Lugones,
Que en el primer ejército de la Patria salió,
Cadete de quince años, a libertar naciones,
Y después de haber hecho la guerra, la escribió.
Y como buen soldado de aquella heroica edad,
Falleció en la pobreza, pero con dignidad.

QUE NUESTRA TIERRA QUIERA SALVARNOS DEL OLVIDO,
POR ESTOS CUATRO SIGLOS QUE EN ELLA HEMOS SERVIDO.


(El Pampero americano, nº 18, Buenos Aires, septiembre de 2008, p. 12, 13. Dtor. ANIBAL C. ROSSI, pampeamericano@yahoo..com.ar ).

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis

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jueves, marzo 26, 2009

El holocausto de Dresde

DRESDE sufrió los bombardeos más terribles de toda la guerra. En la noche del miércoles de ceniza de 1945, la RAF arrojó sobre la ciudad 3.000 toneladas de bombas explosivas e incendiarias. Sus habitantes murieron quemados, aplastados por las ruinas o ahogados por las emanaciones del gas y del humo.

En su escala de terror, la aviación Aliada anglo-norteamericana, sometió a DRESDE al bombardeo más brutal de todos los realizados durante la segunda guerra mundial contra una ciudad que apenas contaba con industrias y que no tenía ninguna guarnición militar. ¿Por qué se llevó a cabo el bombardeo sobre una población indefensa si con él no se obtenía ninguna ventaja militar? En Dresde no se trataba de atacar a tropas enemigas, de aniquilarlas en su avance, ni de eliminar fábricas de armamento, sino de matar a mujeres y niños que solamente podían rezar, ya que no poseían armas para defenderse.
¿Por qué? Por muy objetivo que se quiera ser, el bombardeo de Desde aparece a los ojos del espectador neutral como una clara demostración de odio que alcanzó todo lo contrario de lo que había pretendido.
Después de la guerra, el mismo general HARRIS, jefe supremo del Bomber Command y considerado como el “inventor” de los bombardeos contra las poblaciones civiles, declararía: “La idea de lo podríamos quebrantar la moral del pueblo enemigo mediante terribles bombardeos resultó completamente equivocada”.

Pero entonces era ya demasiado tarde; casi todas las ciudades alemanas de alguna importancia estaban destruidas y convertidas en montones de cenizas, cascotes y ruinas. Cientos de miles de seres humanos habían perecido bajo aquellos tremendos bombardeos. Miles de seres fueron abrasados vivos por el fósforo de las bombas incendiaras y millones de ellos perdieron sus hogares. Durante la guerra, aproximadamente 537.000 civiles alemanes resultaron muertos por el bombardeo aliado. En Gran Bretaña se estima que perecieron 60.000 civiles a causa del bombardeo alemán. SESENTA Y UN CIUDADES ALEMANAS , que contaban con una población total de 25 millones de habitantes, resultaron totalmente destruidas. En Gran Bretaña, la destrucción a gran escala se limitó a las partes céntricas de Londres, Coventry y a Plymouh.
En febrero de 1944 se decidió el bombardeo a Dresde (en Alemania oriental), una hermosa ciudad barroca cuya población normal de medio millón de personas había crecido con varios cientos de miles de refugiados que huían del avance soviético . De hecho, los rusos ya estaban apenas 100 kms. de la ciudad completamente indefensa. Sir ROBERT SAUNDBY, vicecomandante del Comando de Bombardeos, no pudo creer lo que veían sus ojos cuando llegó la orden de bombardearla. Tan alterado estaba, que solicitó la confirmación al Ministerio del Aire. Su mensaje fue enviado a CHURCHILL, quien se hallaba en Yalta. Ansioso por impresionar a los soviéticos, CHURCHILL respondió confirmando que se bombardease a Dresden en la primera oportunidad que se presentase.
La RAF atacó en la noche del 13 de febrero de 1945, con un plan cuidadosamente elaborado que preveía la creación de un huracán de fuego igual al que, por pura causalidad, había devastado a Hamburgo. El área del blanco, constituido por el centro de la ciudad, fue el primero marcada con bombas indicadoras. La primera de estas indicadoras cayó sobre el mayor complejo hospitalario de Sajonia – desde una altura de menos de 800 pies. Tras ello siguió un ataque masivo que “alfombró” toda el área dejando la ciudad en llamas. El segundo ataque, mayormente con bombas incendiarias de termita, se programó para tres horas de modo tal modo los bomberos (que arribarían también de otras ciudades para apagar el fuego) resultasen víctimas del ataque. No hubo ninguna oposición en absoluto. Ningún caza alemán y ningún fuego antiaéreo. La ciudad era “un pato sentado”. La tormenta de fuego pudo ser vista a 300 km. de distancia.
Al día siguiente, las 1.350 Fortalezas Volantes de la USAF atacaron la ciudad alemana durante el día, a pesar de que las llamas aún estaban ardiendo. Los cazas escoltas tenían instrucción de descender al nivel de los tejados y barrer “blancos de oportunidad”. Abrieron fuego sobre masas de gente que atestaban las rutas fuera de Dresden y sobre casi cualquier cosa visible. La costa del río, repleta ya de cadáveres, a la cual muchos sobrevivientes habían llegado huyendo de las llamas, constituyó un blanco especial. Un grupo de niños, del famoso coro de la Iglesia de Kreuzkirche, fueron masacrados en la calle del zoológico. Prisioneros de guerra británicos, que habían sido puestos en libertad ya que sus campos de internación estaban ardiendo, fueron ametrallados también. Uno de los aviones voló tan bajo en su afán de masacrar a los sobrevivientes que chocó contra un vagón de ferrocarril y explotó.
A PESAR de las condiciones de visibilidad diurna, un Grupo de Bombardeo perdió su ruta y propinó, por error, un bastante duro ataque a Praga. El hecho fue un drama especialmente para el navegante de uno de los aviones quien había nacido y crecido en la ciudad y que había huido a Norteamérica para escapar de la invasión alemana.
El ataque simultáneo a la cercana CHEMNITZ fue menos exitoso, La mayoría de las bombas sobre Hof y Sonnenberg por error. Varios aviones atacaron a CHEB, en Checoslovaquia, a PLAUEN y a MAGDEBURG.
A la noche del mismo día, las tripulaciones británicas que habían tenido solo seis horas de sueño después del ataque a Dresden, recibieron instrucciones de realizar otro ataque a Chemnitz. A las tripulantes del Grupo nº 1 se les informó que:
“Esta noche vuestro blanco será Chemnitz. Iremos allá a atacar a los refugiados que se están concentrando, especialmente después del ataque de anoche contra Dresden”.
Esa noche, 730.000 bombas incendiarias fueron arrojadas pero con un resultado sensiblemente inferior al holocausto de Dresden. En su vuelo de regreso, loa aviadores de la RAF pudieron ver las llamas que continuaron ver las llamas de Dresden que continuaba ardiendo. En realidad, la ciudad ardió durante siete días y ocho noches, de acuerdo al diario de un prisionero de guerra inglés que se hallaba allí.
Durante varios días después del ataque, Dresden se mantuvo cubierta por una niebla de humo y hollín. Una constante lluvia de cenizas, húmedas y negras, cayó sobre la campiña circundante. Prisioneros de guerra ingleses en el “Stalag IV B” A 40 KM de la ciudad, resultaron cubiertos con partículas de vestimenta carbonizada y papel calcinado durante 3 días.
De toda la provincia partieron inmediatamente convoyes transportando provisiones. En la ciudad los esperaban escenas increíblemente macabras.
Dos trenes, repletos de niños evacuados, habían recibido impactos directos. Los cuerpos de los pequeños se hallaban apilados, en montículos, en el patio de la estación, resultaron muertos. Cien de ellos murieron quemados vivos por las bombas incendiarias y el resto pereció asfixiado por las emanaciones y el humo.
De los 19 hospitales más importantes de Dresden, 16 resultaron dañados y 3 totalmente destruidos. En la escuela de Vitzhum, que estaba siendo usada como hospital de emergencia, sólo 200 de los 500 pacientes resultaron evacuados a tiempo. Los 300 sin evacuar murieron en sus lechos. En la maternidad de Johannstad resultaron muertas 200 personas, pero sufrieron tantas y tan horribles mutilaciones que sólo 138 pudieron ser identificados.
Durante varios días después del ataque, las calles quedaron cubiertas de cadáveres. La prioridad número uno consistió en desenterrar los sótanos de las casas derrumbadas ya que muchas personas se habían refugiado en ellos. Algunas de ellas todavía estaban vivas. Pero cuando un sótano fe abierto, el soldado rumano (Rumania era aliado de Alemania) que había estado cavando se negó a bajar. Más tarde, un oficial descendió por las escaleras y encontró que los últimos peldaños estaban un tanto resbaladizos. De hecho, todo el piso del sótano se hallaba cubierto por una capa de entre 25 y 30 cms de espesor, hecha de una mezcla de sangre, carne y huesos. Una pequeña bomba explosiva de alto poder había cruzado limpiamente los 4 pisos del edificio para terminar explotando en el sótano. El oficial mencionado sólo pudo dar la orden de que se cubriese todo con cal clorada y se dejase secar. La estimación de las personas muertas en aquél ligar fijo en 200 la cantidad probable de víctimas.
Las cuadrillas de rescate hallaron también docenas de personas dentro de los tanques de agua de emergencia que habían sido construidos en las principales plazas de la ciudad. La gente se había tirado dentro de esos tanques en su desesperación por apagar el fuego de sus ropas y, en el pánico, no había podido salir de nuevo. Sólo estaban muertos.
La plaza de Lindenau Platz se hallaba cubierta de cadáveres. Cientos de cuerpos desnudos (gente que se había arrancado la ropa ardiendo) se hallaban esparcidos alrededor de un refugio de espera de tranvías. En la plaza de Seidnitzer Platz, 200 personas sentadas exactamente en la misma posición en la que habían estado durante la noche del ataque. Sólo que estaban muertas.
Los animales se escaparon del zoológico de la ciudad y de un circo estable. Llamas andinas. Leones y caballos deambulaban por las calles. Los cuervos se comían los cadáveres de caballos de circo muertos sobre la costa del río.
Muchas de las víctimas estaban tan achicharradas y carbonizadas que, literalmente, hubo que despegarlas del asfalto derretido y palear sus restos. Muchos cuerpos se habían achicharrado a menos de la mitad de su tamaño normal. Este tipo de restos tuvo que ser metido dentro de bolsas de papel traídas de una fábrica de cemento de las cercanías.
La tarea de contar, identificar y sepultar a las víctimas de u holocausto de estas dimensiones resultó espantosa. Se creó toda una oficina pública especial para tratar de dominar a la situación. Pero, al final, sólo se pudieron hacer estimaciones acerca del número total de muertos ya que la identificación terminó por demorar los trabajos de sepultura con el consiguiente peligro de las epidemias. Los cadáveres terminaron siendo apilados en las calles de la ciudad; o, al lado de las vías del ferrocarril, y carros tirados por caballos los transportaban hasta enormes tumbas masivas abiertas fuera de la ciudad. Sin embargo, la tarea resultó ser de tal magnitud que camiones policiales tuvieron que se llamados de lugares tan distantes de Berlín para dar abasto.
Después de semanas enteras aún no se había conseguido terminar. El hedor de carne putrefacta invadió la ciudad. Ratas increíblemente enormes podían verse merodeando por las ruinas, sus cuerpos manchados con cal seca.
En un momento dado, las autoridades se vieron forzadas a cremar los cuerpos en plena calle. La zona alrededor del Altmarkt fue acordonada y grandes piras funerarias se construyeron utilizando vigas y ladrillos de edificios derrumbados para hacer las hornallas. Nueve mil cadáveres fueron cremados de esa forma.
Siete u ocho grandes recipientes conteniendo alianzas, mayormente de oro, habían sido dispuestos para facilitar las tareas de identificación. Los anillos, con un valor aproximado cerca de un millón de libras esterlinas, cayeron en las manos del Ejército Rojo que los secuestró como botín de guerra cuando los soviéticos invadieron Dresden, el 8 de mayo de 1945.
Los 300 empleados públicos que trabajaban en la oficina de identificación fueron despedidos cuando los soviéticos se hicieron cargo de la administración pública. Durante el interrogatorio del Jefe de la oficina en cuestión, el comandante soviético insistió en que las fuerzas aéreas anglonorteamericanas no podían constituir un arma de guerra tan eficaz.
A raíz de esta opinión suya, se rehusó a aceptar la estimación de 135.000 muertos, hecha por las autoridades alemanes, y, con esa cifra total parsimonia, procedió a tachar el primer dígito de esa cifra.
No obstante, el ataque a DRESDE ha entrado en la Historia como el BOMBARDEO más atroz que jamás haya sido llevado a cabo. De acuerdo a las estadísticas oficiales, el ataque con bombas incendiarias a Tokio mató “solamente” a 84.000 PERSONAS y la bomba atómica de HIROSHIMA a “sólo” 71.000 personas.
Posiblemente fue la horrenda magnitud de esta masacre lo que inhibió a los aliados a los Aliados de enjuiciar a los alemanes por haber organizado el “Blitz” sobre Londres. El doble criterio involucrado en una acusación así, habría sido simplemente demasiado obvio. Sin embargo no les pareció así a los soviéticos quienes, en Nüremberg, demandaron que se acusase al Mariscal GOERING de haber cometido ese crímen. El argumento soviético decía:
“Los ataques alemanes fueron la obra de criminales de guerra nazis quienes hicieron llover la muerte sobre trabajadores inocentes y sobre sus mujeres e hijos. Los ataques aliados, por el contrario, fueron llevados a cabo por las fuerzas vengadoras de la democracia A LOS EFECTOS DE HACER SALIR A LAS BESTIAS FASCISTAS DE SUS MADRIGUERAS Y ERRADICAR AL IMPERIALISMO Y AL NAZISMO”.
A MODO DE IRÓNICO EPÍLOGO A ESTA SANGRIENTA HISTORIA, hace algunos años atrás se supo que un miembro del “GRUPO SIONISTA 62”, GERRY GABLE, invadió el domicilio del autor de un libro sobre Dresden que es el historiador inglés DAVID IRVING, una de las columnas del revisionismo histórico mundial, a fin de determinar si el mencionado autor (con que años de cárcel) era
O no – un “nazi secreto”. Muchos datos citados han sido extractados de este ponderado documentado libro, THE DESTRUCTION OF DRESDEN – LA DESTRUCCIÓN DE DRESDE, publicado por WILLIAN KINBER, en 1963, en Londres. GERRY GABLE trabajaba como “investigador” para el programa de fin de semana “London Programme” de la televisión londinense.


AHORA, TODOS SOMOS “NAZIS SECRETOS”

“Las noticias y rumores sobre los sucesos de DRESDEN ensombrecieron todavía más las tinieblas que se habían lanzado sobre Alemania con la tormenta del Este. La aviación Aliada se lanzó también sobre Sajonia en cuya región se acogían precisamente los que venían desde el Este.
Pero la nueva inseguridad y nueva angustia no estaban solas.
Con más dureza que el incendio de Dresde pesaba un sentimiento creciente que GOEBBELS había puesto hasta la incandescencia desde hace tiempo, y que quería avivar ahora a la vista de lo sucedió entre el Vístula y el Oder: era el convencimiento de que por parte de los occidentales se buscaba el aniquilamiento de Alemania y de los alemanes. DRESDE parecía demostrar que las potencias occidentales no iban a hacer otra cosa; ¿pues qué otra significación había para semejante ataque asesino sobre DRESDE ahora que se adivinaba la derrota, sino el frío y bien calculado aniquilamiento? Bastaba con decir que lo que se buscaba era paralizar el mayor centro de tráfico y transporte que subsistía tras el frente oriental alemán. Pero no sólo fueron las estaciones, cosa que podía pasar, aunque precisamente éstas eran el centro de tráfico para los perseguidos sin hogar: ¿no sabían esto los mariscales de Aire del otro lado? ¿También resultaba objetivo el centro de la ciudad y la pradera del Elba? ¿Tenían que morir cuarenta mil personas en noche y una mañana para atajar una vía de transporte a los ejercitos soviéticos en su avalancha de destrucción, saqueos y violaciones?
Todo esto no tenía otro objetivo que la destrucción consciente y lanzaba a los alemanas ahora más que nunca en brazos de la esperanza propia de los acorralados: la esperanza en el milagro desconocido, inconcebible, pero ardientemente deseado, de que si se perseveraba, pese a todo, se lograba la victoria.
JURGEN THORWALD, Comenzó en el Vistula. Luis de Caral, Editor. Barcelona, 1967, pág. 113.

JOSÉ Ma MUNDET, “Europa en llamas”. Diridida JOSÉ ANTONIO LLORENS, Prólogo de MANUEL AZNAR, Barcelona, 1975, págs. 490-492.
RICHARD HARWOOD, “LAS DEMOCRACIAS ASESINAS”. Editorial Avanzada, s/f.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero Cordubensis nº 179

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Rosas y los idus de marzo


Falleció un 14 de marzo (1793); se casó un 16 de marzo (1813) y nació el 30 de marzo de 1877. O sea, los tres acontecimientos más importantes de su vida transcurrieron en el mes de marzo, de allí el título metafórico de esta nota.

Por el Lic. Carlos Pachá

Paradigmático gobernante de nuestro país, nadie tan polemizado y estigmatizado como él. Prácticamente dividió en dos la enseñanza de nuestra historia. A la caída de su gobierno, sus vencedores intentaron borrarlo de la historia como si nunca hubiera existido, extravagante artilugio que un siglo después se repetiría con Perón con la diferencia que en este último caso se hizo por decreto ley Nº 4161 (5 de junio de 1956).

Lo que elogiaron:
La acendrada defensa de la soberanía nacional, no sólo la territorial sino también la económica aplicando el proteccionismo a través de la Ley de Aduanas de 1835. Valga como gesta emblemática el Combate de la Vuelta de Obligado en el contexto de la guerra del Paraná en donde se enfrentó a las principales potencias de la época –Francia e Inglaterra y Brasil- acción que fue reconocida por el Libertador General San Martín quien le legó su sable corvo.
Derogó las famosas reformas rivadavianas que tanto daño provocaron al país. Creó la Casa de la Moneda, se preocupó por la educación; impuso el orden alejando el fantasma de la anarquía. Alejó el peligro de las tribus salvajes que asolaban nuestro sur con su Campaña al Desierto que no fue de exterminio como la de Roca sino que promovió alianzas con caciques amigos y combatió a los irreductibles. Realizó una administración de gobierno impecable cuestión demostrada en el hecho que se usaron epítetos de todo calibre para denostarlo pero nadie pudo acusarlo de ladrón ya que no se apropio de un céntimo del erario público. Creó la carrera de Contador público.
La defensa de la fe católica y su religión, restableció las relaciones con la Santa Sede que estaban suspendidas desde 1810.
Lo que le criticaron:
Las sangrientas represiones ejecutadas por sus seguidores aunque justo es decir que la crueldad era moneda corriente en la época: quien perdía una batalla lo perdía todo, incluso la vida. Se fusilaba o degollaba en masa a los vencidos en ambos bandos. La ferocidad que cundía en las luchas civiles del siglo XIX, no eran privativas de Rosas, muchos otros caudillos, tanto unitarios como federales emplearon similar método: José M. Paz; Urquiza; Paunero; Barcalá; Lamadrid, etc.
Se lo acusó del asesinato de Quiroga, vil trama infundada pergeñada por unitarios. No tenía sentido, Rosas había cobijado a Quiroga en Buenos Aires luego de las derrotas de La Tablada y Oncativo.

El fusilamiento de Camila y el cura, medida exigida por Sarmiento, por exiliados y hasta por el propio padre de la Rea.
La demora en sancionar la Constitución con la teoría que primero se necesitaba unificar el país. El tiempo pareció darle la razón ya que en el alumbramiento de la misma, Buenos Aires dividió el territorio nacional segregándose del resto de la Confederación.
El refugiarse en Inglaterra a la que tanto había combatido. La explicación posible es que era el único país que podía ofrecer garantías de vida, no olvidemos que hasta San Martín estuvo a punto de abandonar el exilio francés para trasladarse a Inglaterra ya que aquella dejó de ofrecer seguridad por las convulsiones sociales de la década del 40. No murió en combate como muchos otros que prefirieron el exilio, quienes murieron con las armas en la mano en la mayoría de los casos no habían elegido ese destino, simplemente, la fatalidad los alcanzó. Hay que reconocer que el lugar elegido favoreció los intereses británicos ya que en su territorio lo neutralizaron totalmente, de haberlo matado lo hubieran convertido en un mártir.
Pero todo lo que se pueda argumentar en contra de Rosas queda opacado por la defección de Urquiza quien no trepidó en aliarse a extranjeros para saciar su codicia. Caseros fue una victoria brasileña y debió llamarse Morón que fue el lugar en que se enfrentaron los jefes. Se llamó Caseros en homenaje a los brasileños que combatieron en ese lugar ya que la artillería acantonada en el palomar de Caseros al mando de Martiniano Chilavert, bombardeaba al grueso del ejército brasileño. Si hasta esperaron 17 días para realizar el desfile de la victoria el día 20 de febrero para tomarse desquite de la batalla de Ituzaingó.

En Caseros Urquiza pronunció la nefasta frase “Ni vencedores ni vencidos” falaz mendacidad que caería en letra muerta, tal como aconteció un siglo después a la caída de Perón.
Rosas fue el prócer argentino de más compleja psicología y de más intensa ejecutoria. Apreciarlo por aspectos parciales de su acción de gobierno o condenarlo por detalles circunstanciales o episódicos, es desintegrar la historia. Las generaciones que le sucedieron carecieron de aptitud para juzgarlo no sólo por la falta de esa perspectiva que da el tiempo, sino también porque no pudieron percibir, de inmediato, la gravitación de su política, profundamente americanista, reservaba el futuro de la América española y de la Argentina en particular.
El gran timador de la llamada “Historia Oficial” fue Vicente Fidel López y luego Bartolomé Mitre sin olvidar la maniquea “Civilización y Barbarie” de Sarmiento.
Afortunadamente y gracias a Adolfo Saldías, quien accedió a los documentos de gobierno de Rosas, facilitados por Manuelita. Se pudo reconstruir su memoria y esto dio nacimiento a la corriente revisionista en la cual militaron eximios historiadores como Ernesto Quesada; Carlos Ibarguren; Manuel Gálvez; Julio Irazusta; Vicente Sierra; Ernesto Palacio; José María Rosa y muchos otros.
Hasta obtuvo el reconocimiento de Alberdi que lo había combatido y a su regreso del exilio cambió de parecer y hasta acuño esa famosa frase de “Mientras levantamos altares a la memoria de San Martín, su sable descansa en Southampton sobre el féretro de Rosas”. Este giro ideológico está retratado por Juan Pablo Oliver en su obra “El verdadero Alberdi”.

Hoy todo es fruto del pasado, carece de sentido debatirlos con revanchismo, toleremos todas las posiciones, porque además hoy sus restos descansan en nuestra patria, en el cementerio de la Recoleta, panteón de la familia Ortiz de Rozas, su verdadero apellido.

Lic. Carlos Pachá
Presidente
Fundación Historia y Patria


Editó Gabriel Pautasso
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Diario Pampero Cordubensis

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Don Ramón Lista: La patria en el sur

En las horas en que la PATRIA pareciese cubrirse con nubarrones que presagian horas difíciles, es cuando debemos serenar nuestro espíritu, para lanzarla, luego del reposo regenerador, a conquistar la verdad que nos pertenece.

Es prácticamente imposible hablar de RAMÓN LISTA, auténtico progenitor científico de nuestro Sur Argentino, sin quedar impregnados de ese aroma a Patria que es privativo de los grandes. No decimos esto solamente por la prosapia que distinguía a LISTA, entroncada con miembros de la nobleza ibérica y con aguerridos guerreros de nuestra Independencia Nacional, sino no por la hidalguía y rectitud que signaron su turbulenta existencia, sino por la hidalguía y rectitud al servicio incondicional de su Raza y de su Nación. Una vida azarosa iniciada no mucho más allá de cumplir los doce años. Su predilección por las ciencias naturales, le valieron la obtención de numerosos galardones, por la seriedad de sus estudios y trabajos, lo que le merecieron ser el alumno predilecto de BURMEISTER, quien lo presentó en la Sociedad Científica Argentina. Sus densas investigaciones sobre zoología, botánica, antropología, etc., le colocan en hora temprana en primer plano internacional y aquilata méritos – que le brinda a su Patria – en universidades de Francia y Alemania, con títulos refrendados por el constructor del Canal de Suez, Ingeniero FERNANDO DE LESSEPS. Todos los conocimientos adquiridos por LISTA en su juventud darán sus provechosos frutos cuando se disponga a realizar las expediciones al Sur de la Argentina. Estas temerarias exploraciones han de comenzar en 1877, en Punta Arenas y Río Gallegos, continuando en 1878, 1879, y 1880 al Río Chico, Patagones y San Antonio. Más tarde en 1885 llega hasta el Río Deseado. Es entonces que a mediados de 1886, se decide organizar una expedición al interior de Tierra del Fuego, cuya superficie se hallaba totalmente inexplorada. Los resultados, vicisitudes, etc., de esta expedición están brillantemente relatadas en su libro “Viaje al País de los Onas”, concluido en 1877. LISTA contó en este viaje a la Tierra del Fuego con la imponderable colaboración espiritual de aquel heroico misionero salesiano, el PADRE FAGNANO, quien sirvió de intermediario con los bravos Onas. Son dignas de recordar acá algunas palabras que el ilustre escritor santiagueño DON RICARDO ROJAS dedicara a esta exploración.
Al recorrer Tierra del Fuego, el explorador LISTA comprobó la exhuberancia de sus bosques y la fertilidad de sus pampas. Descubrió varios ríos, a uno de ellos le puso el nombre del Presidente PELLEGRINI y a otro su propio su propio nombre.

Aunque habría mucho suelo minado por roedores, presintió la futura utilidad de esas praderas, de esas pampas ricas en pastos y en aguas. Cuando salió al Canal del Beagle, en el sur, su entusiasmo se completó. Desde la bahía Tetis, en febrero de 1884, el explorador escribió a “Tribuna Nacional” una correspondencia incluida en uno de sus libros, en esa carta decía LISTA:
“Y si la grande isla argentina no encerrase el sublime paisaje, casi tropical, de una selva siempre verde y retoñante, bastaría para rehabilitarla ante sus calumniadores de todas las épocas y de todos los pueblos, la suavidad de su clima y de su riqueza herbácea de sus campiñas verdes. Aparte de ello, saquemos al ona de su choza, iniciémoslo en nuestra de vivir en nuestra civilización, despertando en su espíritu los anhelos que distinguen a Nuestra Raza y en poco tiempo los habremos cambiado y enaltecido, alejándolos de la fuente impura de su origen”.
Estos juicios aparecen incluidos en la obra “Viaje al país de los Onas”, en las páginas 40 y 57”.
Obviamente las exploraciones geográficas y científicas de DON RAMÓN LISTA no se agotaron en Tierra del Fuego, sino que se extendieron a toda la Patagonia Austral, simbolizando la presencia física de la Raza Blanca, creadora y difusora de cultura y civilización en territorios casi inexpugnables. Pero evidentemente a LISTA, ya le quedaba chico el Sur Argentino, para sus ambiciosos planes científicos y es entonces que decide marchar al Norte, para recorrer el indómito Río Pilcomayo desde Bolivia, hasta el Río Paraguay para analizar y estudiar las características de su aprovechamiento y navegabilidad.
El riesgo es tremendo, pero el amor a su Patria y al suelo lo es mucho más. Es así que al promediar 1897, se lanza a la selva chaqueña, donde halla cobarde muerte el 23 de noviembre de ese mismo año.
De esta manera se apagaba la vida de un grande de nuestra Argentina, un olvidado por sus compatriotas de aquí y ahora. En ese hoy, en que la sociedad argentina pretende agotarse el sucio mercantilismo fenicio-sionista y se enfrenta en luchas económicas estériles, surgen con la violencia de mil huracanes, figuras y ejemplos de vida como las de DON RAMÓN LISTA, que no titubearon en derramar su sangre y quemar sus vida en defensa de la sagrada integridad del territorio que les vio nacer. ¡DON RAMÓN LISTA, DEBE SER HOY PORTAESTANDARTE ESPIRITUAL DE NUESTRO SUR, INALIENABLE PORCIÓN DE LA PATRIA AZUL Y BLANCA.

SONETO DE LA MEMORIA

Acaso nunca, nunca, dulce viento,
Pues que encerrado duermes por las venas,
Puedas volver a ves las azucenas
Del prado hermoso en que nació tu aliento.

Perdido el sol, borrado el firmamento,
Mudas las fuentes y de sombras llenas,
Pareces, sí, te ahogas en las penas
De los sentidos y del sentimiento.

Pero ahogado y todo y sin salida,
Guardas aún las olorosas huellas
Del prado aquel, de aquella edad tan pura.

Viento de Dios, nostalgia consumida.
Soplas, se encienden y arden las estrellas.
A llamaradas quema la hermosura.

JORGE VOCOS LEZCANO - Córdoba – Argentina.

Obras de Don RAMÓN LISTA

El hombre primitivo: Vocabulario; Tosoneka – Tehuelche; Orografía y geología de Misiones; Memorias de arqueología; Los Andes patagónicos.

(Revista Ideario Cedade Argentina, Nº 5, marzo de 1981, p. 1. “Hemos de escribir la verdad, aunque el tintero esté en nuestras venas),


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero Cordubensis nº 217

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Apuntes sobre la Reserva Federal


¿Es el mayor poder del mundo?
Opinó “Lula” da Silva recientemente: “Estoy cansado de viajar para escuchar a hombres de 30 años enseñando lo que debemos hacer en Brasil, cuando no saben donde queda”.


Por Enrique Oliva

La Reserva Federal, o FED (según su abreviatura en inglés) fue fundada en 1913 a iniciativa del poderoso y tradicional imperio de la banca europea de la familia Rothschild concretando un ambicioso proyecto de conquistar Nueva York con la audaz intención de ganar una posición de fuerza en las finanzas norteamericanas. Con asociados yanquis y europeos, llegó el grupo a constituir el mayor círculo de poder del mundo económico, financiero, político, industrial y de comunicaciones. A casi un siglo de su fundación, en esta crisis busca consolidarse aun más dentro del “capitalismo salvaje”. Como en situaciones anteriores, no es descartable la posibilidad de llegar a otra guerra mundial. Ante esta última perspectiva cabe recordar la profecía de Albert Einstein: “No se cómo será la tercera guerra mundial, pero cuarta será con piedras y lanzas”.
El proyecto comenzó cuando la Banca Rothschild instaló en Nueva York a un agente llamado Paul Warburg. A través de él se reclutaron fuertes aliados yanquis con empresas de renombre como John Rockefeller I con su Standard Oil Company, el zar de los ferrocarriles Edward Harriman, el magnate del acero Andrew Carnegie, más los banqueros Lehman, John P. Morgan & Co. Kuhn Loeb & Co. y Jacob Schiff.
A ese ramillete, los Rothschild agregaron a sus propios bancos europeos más los de Lazard Frères de París, al citado Paul Warburg como operador en Holanda y Alemania, e Israel Moses Seif de Italia. Siempre encabezados por la familia Rothschild seguida por los Rockefeller, instalaron entre los siglos XIX y XX diversas sucursales en el interior de Estados Unidos de la Federal Reserve Banks (FED) y juntos dieron el gran salto.
Con manejos lobistas nunca bien justificados, lograron en 1913, entre gallos y medianoche, siendo presidente de EEUU Woodrow Wilson, autorización para funcionar como banco central privado. Se le acordó la exclusividad para emitir moneda norteamericana con la garantía del estado. Las entidades financieras fundadoras internacionales ya nombradas, conformaron el directorio, designando primer presidente a Paul Warburg el hombre de los Rothschild.
En las dos guerras mundiales Estados Unidos fue el único país que salió ganancioso de las mismas y el resto de aliados endeudados, sufriendo penosa desocupación y convulsiones sociales. El dólar se convirtió en el rey de los intercambios internacionales, desplazando definitivamente a la inglesa libra de oro, hasta usada como fichas en casinos.
“El oro de reserva por las emisiones de marcos alemanes se convirtió en botín de guerra. Más de 30.000 toneladas del oro universal se acumularon así en Estados Unidos. El oro sirvió de cobertura al dólar. Pero como gran parte estaba haciendo el papel de reserva monetaria en las cajas de los bancos centrales extranjeros, Estados Unidos pudo seguir imprimiendo más dólares, en cantidades que ya no se correspondían con sus reservas en oro… En 1971, el discutido Richard Nixon, presidente entre 1969 y 1974, anuló la convertibilidad del dólar en oro y, asimismo, la garantía del estado sobre el valor del dólar… Se trata de la moneda privada libre de la FED. Pero la masa monetaria de dólares que la FED pone en circulación (desde marzo 2006 no ha publicado la cantidad de la masa monetaria) se ha convertido en un problema sin solución: la masa mundial de bienes se cuadriplicó durante los últimos 30 años, pero la masa monetaria se multiplicó por 40 ¿cómo funciona este banco privado con derecho a imprimir los dólares? La FED produce dólares. Los presta al gobierno de Estados Unidos a cambio de obligaciones que le sirven a la FED como garantías. Los bancos de la FED en posesión de esos títulos perciben intereses anuales. Muy astutos. ¿No les parece? Ya en 2002, las obligaciones en poder de la FED alcanzaban un valor de 5 TRILLONES de dólares. La FED se hizo de ese increíble patrimonio prestándole dinero al gobierno y los intereses que paga el contribuyente estadounidense siguen aumentando constantemente.”
Sin embargo, los controles sobre sus actividades fueron siempre un misterio como sus variadas ampliaciones de facultades. La FED creó las normas de la globalización internacional. Está dirigida como una entidad de capitales privados, por 12 grandes bancos norteamericanos y europeos.
Si se repite que la crisis es la más grande de la historia de la humanidad, no estamos exagerando. El influyente archimillonario yanqui Warren Buffet, refiriéndose a esta nueva calamidad, dice que “Estados Unidos cayó en un precipicio”.

Preocupante carencia de información de la FED
Cuando durante 30 años ningún presidente de la Reserva Federal daba una entrevista televisiva, lo hizo el actual Ben Bernanke el 15 de este mes de marzo, en el difundido programa 60 minutos con el periodista Scott Pelley por la cadena CBS. Se mostró muy optimista tratando de trasmitir un mensaje de confianza a los norteamericanos. Predijo que “la recesión terminará pronto, muy probablemente este año”; que “los grandes bancos son solventes”. Pero, advirtió: “En un guiño a quienes piensan que la banca debería ser nacionalizada, Bernanke dijo que le preocupaba que pudiera haber una falta de voluntad política para la adopción de nuevas medidas a fin de estabilizar el sistema bancario. La historia nos enseña que uno no puede lograr una recuperación económica sostenida mientras el sistema financiero esté en crisis.” (Clarín 17/III/09, nota desde Washington de Ana Barón). ¿Deberá entenderse que se continuará dando dinero a los bancos culpables de errores y delitos en sus operaciones?

Instituciones colaterales de la FED
Prácticamente no hay nada de poder en Estados Unidos y el resto del llamado Mundo Occidental que escape a la influencia de la Reserva Federal. De ella han salido entre otros los proyectos y manejos de instituciones tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Organización Mundial del Comercio (OMC), Grupo de los siete Países más Industrializados (G7), Grupo de los 20 (G20) y una cantidad de organismos de tipo cultural, de investigaciones científicas y educación, en especial con universidades ricas –todas pagas- donde se cultivan jóvenes para servir de gerentes de multinacionales. De estos últimos opinó “Lula” da Silva recientemente: “Estoy cansado de viajar para escuchar a hombres de 30 años enseñando lo que debemos hacer en Brasil, cuando no saben donde queda”.
Asimismo tiene a su disposición la FED una red oficial de varios cientos de Organizaciones no Gubernamentales (ONG), manipuladas en parte por los servicios de inteligencia, con rótulos de humanitarias, ecologistas, alfabetizadoras, etc. etc. que han protagonizado frecuentes escándalos de corrupción. Diversos países las han expulsado, como son los casos recientes de Bolivia, Venezuela, Ecuador y Sudán.

La FED y el Pentágono
Entre la FED, el Pentágono y las industrias de guerra existen estrechos vínculos. Manejan los fondos que se imprimen para los gastos de armamentos y controlan el accionar de fuerzas de mercenarias para proteger a multinacionales en la explotación de recursos naturales en países pobres. Para esos sectores, aunque el Congreso pueda a veces rezongar, siempre hay cantidades considerables para sus planes, a pagar por contribuyentes.
En estos momentos, el presupuesto para la defensa de EEUU iguala al del resto de los presupuestos de guerra del mundo. Entre Rusia y EEUU la diferencia es tanta, que Moscú acaba de anunciar un plan de rearme y modernización, incluyendo su arsenal nuclear.
Es un secreto a voces en Washington que el Pentágono se maneja con gran independencia. A pocos días de asumir Barack Obama, la prensa comentó que el nuevo presidente visitó la sede militar “para que le digan toda la verdad sobre la situación en Iraq y Afganistán”, permitiendo suponer de esas palabras que algo se le ocultaba.

¿Dos presidentes asesinados por los banqueros?
Abraham Lincoln, en plena Guerra de Secesión consideró abusivas las condiciones que le imponían los bancos privados para prestarle dinero que ellos imprimían. Entonces decidió emitir por intermedio del estado y con la garantía de éste. Pero fue asesinado el 15 de abril de 1865 de un tiro en la cabeza.
“El presidente John F. Kennedy fue el primero que trató de transformar la FED suscribiendo un decreto presidencial (executive order number 11.100). Poco después fue asesinado en Dallas (Texas) el 22 de noviembre de 1963, probablemente por su propio servicio de inteligencia. Lo primero que hizo su sucesor, Lyndon Johnson, en el avión presidencial que lo traía a Washington desde Dallas, fue anular el decreto de Kennedy. ¿Cuál es la situación actual? Los bancos privados tratan por todos los medios de mantener y reforzar su gigantesca fuente de ingresos: el dólar. Y los países que quieren establecer sus relaciones comerciales internacionales (en adelante) sobre la base del euro, como Iraq, Irán o Venezuela, se los tilda de terroristas.” Y Rusia ha empezado a operar en rublos.
Aquel 22 de noviembre, dentro del avión presidencial, antes de partir rumbo a Washington con el cadáver de Kennedy, el mundo pudo ver por televisión a Lyndon Johnson jurando como nuevo presidente ante un juez de Dallas. Junto a él estaba Jacqueline Kennedy (con el rostro desencajado y la ropa con grandes manchas de sangre de su esposo). Terminada la corta ceremonia, de inmediato se cerró la puerta del avión y emprendió el regreso a la capital. Y Johnson llegó a Washington con su decreto sobre el “salvataje” de la FED y el cadáver de Kennedy.

Nota: Este artículo ha seguido en parte el trabajo divulgado por la Red Voltaire, quien lo tradujo al español de la versión francesa de Horizontes y Debates. Los párrafos entre comillas son transcripciones textuales de la misma fuente.

Un aporte del Dr. Roberto Castellano
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero Cordubensis

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“Yalta existe, Mi General” 1982 – 2 de Abril – 1983

En Puerto Argentino tuvimos que aprender con la sangre de nuestros mejores hombres que era para tanto y que, en realidad, era para mucho más.
En nuestro país se ha destruido todo. Se ha destruido la confianza que el Pueblo tenía en sus conductores naturales para suplantarla por una fe quimérica en la urna partidocrática.


Hace un año miles de muchachos argentinos, empujados por un entusiasmo que pocas veces se ha visto se ha visto en el país, salieron a recuperar algo que nos pertenece. Muchos dejaron sus vidas en el intento y a los que volvieron, cubiertos de heridas y de amargura, los recibió un país confuso, desorientado y caótico que, ni apreció su sacrificio, ni les rindió los honores que se merecían. Nuestros muertos aún esperan un funeral glorioso y los que combatieron aún esperan un digno reconocimiento. Y 38 millones de argentinos aún esperan unas cuantas explicaciones satisfactorias.
Aunque, quizás, no hay que ir demasiado lejos para buscar explicaciones. Según una versión periodística – no desmentida, que sepamos – un oficial de alto rango le habría dicho a GALTIERI luego de la derrota: “Lo que sucede es que ustedes se olvidaron de que YALTA existe”. Es muy probable que ése haya sido el caso del fondo. Porque, claro, cuando nosotros denunciados YALTA, POSTDAM, HELSINKI; cuando nosotros señalamos antes que nadie la existencia de una Sinarquía; cuando nosotros revelamos los tejemanejes de la plutocracia internacional; todos nos miraron siempre con un poco de compasión e incredulidad. Muchos habrán pensado – y algunos hasta siguen pensado – que no es para tanto.
Pues en Puerto Argentino tuvimos que aprender con la sangre de nuestros mejores hombres que era para tanto y que, en realidad, era para mucho más.
En nuestro país se ha destruido todo. Se ha destruido la confianza que el Pueblo tenía en sus conductores naturales para suplantarla por una fe quimérica en la urna partidocrática. Se ha destruido nuestra economía de producción para suplantarla por un financierismo especulativo. Se ha destruido a nuestra juventud envenenándola con escapismos y con infantilismos políticos. Se ha destruido nuestra herencia cultural occidental y americana suplantándola por los mitos hollywoodenses. Se ha destruido nuestra fe en la justicia y la equidad suplantándola por la “palanca” y el “acomodo”. Se ha destruido nuestra pasión por construir un gran país suplantándola por el conformismo de vivir al día en una colonia que ni siquiera es próspera. Para Abril de 1982 lo único que faltaba destruir era la confianza guerrera de sus FF. AA. sobre todo cuando, hacía apenas unos meses, se había derrotado militarmente a la subversión.
En este momento la ARGENTINA es un país en ruinas que se aferra a un delirio demoliberal para no cometer un acto de abdicación colectiva. Nos han destruido todo. Absolutamente todo. Fe, confianza, orgullo, dignidad, y soberanía. ARGENTINA ha vuelto a fojas cero y debe empezar todo de nuevo. Y en esto lo que nos ha quedado, lo único que nos ha quedado, es nuestra voluntad.
Nuestra Voluntad, nuestra vocación de sacrificio y nuestras ganas de tener un gran país todavía siguen en pie. Esto es algo que nadie ha podido destruir. Y, en realidad, eso nos basta para seguir trabajando por lo nuestro. Sí: YALTA existe. Será mejor que nadie lo olvide. Pero los que perpetraron YALTA no son invulnerables ni omnipotentes. Y es mucho más difícil mantenerse en una victoria mal habida que asimilar una derrota circunstancial. Esa es nuestra ventaja. Esta en nosotros saber aprovecharla.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero Cordubensis nº 224

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sábado, marzo 21, 2009

Raul Scalabrini Ortiz


“Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre”.
Nuestra ARGENTINA, esa ARGENTINA que no dispone de los grandes diarios comerciales, que no dicta cátedras en la Universidad, que no tiene ministerios, ni embajadas, ni gobernadores de provincias, ni direcciones generales, pero que es mayoría enorme en esta tierra, y es también su conciencia y su futuro, se ha estremecido de dolor con la muerte de RAÚL SCALABRINI ORTIZ.

Llamarle “gran patriota” sería decirle poco, pues el vocablo está gastado por quienes por quien uso del patriotismo para esgrimirlo contra la Patria misma. SCALABRINI ORTIZ fue el patriota por antonomasia, en esta tierra aherrojada por los intereses y la conciencia del coloniaje. Por eso la otra ARGENTINA – aquella que no lee nuestra revista (del Instituto de Investigaciones históricas JUAN MANUEL DE ROSAS – y cierra los ojos y los oídos para ver ni oír nada auténticamente criollo – silenció su muerte como había silenciado su vida. Apenas si en pocos renglones recordaron algunos diarios que había sido un novelista de fácil éxito y un poeta de versos difundidos. Pero nada, o muy poco, de la verdadera vocación de SCALABRINI ORTIZ que fue la de escritor político e historiador revisionista. Libros tan señeros como Política Británica en el Río de la Plata e Historia de los Ferrocarriles Argentino y Los ferrocarriles deben ser del pueblo argentino, con pie de página en Editorial Reconquista, 1946, 1940, 1946, respectivamente.
Tenía que ocurrir así. Otra cosa me hubiera desconcertado, como si SCALIBRINI ORTIZ no hubiera sido tan enteramente nuestro como fue. Ese silencio lo reivindicaciones como el mayor elogio para el hombre que se lanzó a una lucha sin cuartel por la SOBERANÍA de su patria; que en edad promisoria dejó la redacción de La Nación por incompatibilidades imposibles de zanjar; que entregó todo - su fama, su honra, sus bienes – en esta batalla por la Patria de la que supo ser uno de los adalides; que prefirió la senda silenciosa que eleva, y dejó por sola herencia unos libros que se leerán siempre, un ejemplo de vida y una multitud de seguidores: en lugar de un patrimonio y una columna con retrato en las “necrológicas” corrientes.
No queremos hacer el elogio de SCALABRINI ORTIZ. No lo necesita, ni nuestros lectores ignoran sus libros o su prédica constante por la verdad histórica y la reivindicación de una ARGENTINA definitivamente nuestra. Mostramos solamente su vida y su muerte como ejemplo de la impotencia de las fuerzas coloniales para acallar los auténticos valores de la argentinidad; esos que no se corrompen con posiciones ni con dinero, pues se saben superiores a las cosas mezquinas. En vida, la palabra escrita o verbal de SCALABRINI ORTIZ tenía más repercusiones – infinitas más – que la de todos los escritores agrupados en conjunto en entidades antinacionales, que la de todos los académicos con cargos en las empresas extranjeros, que la de todos los profesores de universidades coloniales. Y su muerte ha sido un duelo total, inmenso, para la gran mayoría, en cantidad y calidad, de los argentinos.
Su vida es el ejemplo de que la distribución de los méritos no está en manos de los enemigos de la Patria. El escritor de El hombre que está solo y espera, sin duda el libro más intenso de nuestra literatura contemporánea, ni estuvo solo en su vida ni ha esperado la reivindicación de su fama por la posteridad. Todo se le dio, prestigio, renombre, respeto, todo, menos dinero, posiciones públicas y propaganda interesada. Y ese auténtico patrimonio se acrecienta con su muerte, como sucede en los pueblos agradecidos.
Su triunfo, ese verdadero triunfo de SCALABRINI ORTIZ en la vida y en la muerte, es la demostración plena de que su ARGENTINA – soberanía, independencia, justicia – ha encontrado, gracias a él, la conciencia de la nacionalidad. Y de que la otra se debate impotente, con sus falsas conspiraciones del silencio y sus mezquinas tergiversaciones de una verdad inocultable.

“No somos ni aspiramos a ser un partido político porque consideramos a todos los partidos políticos sin excluir al Conservador bajo el rótulo de su actual mayoría parlamentaria, como los únicos culpables de los males que nos aquejan… Nuestro nacionalismo es apolítico, impolítico y extrapolítico…”.

Fuente: Revista del Instituto de Investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas, año 1959, primer trimestre. p. 97.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com
Diario Pampero Cordubensis nº 227

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Termópilas


Corria el año 480 A .C. y detrás de las vallas que cerraban el desfiladero de las Termópilas había apenas 7,000 griegos. Los comandaba el rey de Esparta, Leonidas, que había traído consigo a 300 espartanos.

Cuando los exploradores persas inspeccionaron la zona para averiguar el número de las fuerzas griegas, lo único que consiguieron ver fue, precisamente, a los espartanos. Estaban delante de la valla. Delante. No detrás. Habían apoyado sus armas contra el muro y algunos hacían gimnasia mientras los otros se peinaban el cabello.

Cuando se informó de esto a Jerjes, el Gran Rey no entendió nada. Tuvieron que explicárselo: los espartanos, antes de combatir, hacían gimnasia para estar en forma y, antes de morir, se arreglaban como corresponde porque en Esparta no se estilaba ir a la muerte hecho un zarrapastroso. Jerjes creyó que era una bravuconada. Se equivocó.

Cuando, al quinto día, dio la orden de ataque, la aplanadora persa de 175,000 hombres se estrelló contra la formación griega. Hora tras hora, oleada tras oleada, a lo largo de todo el día, las formaciones de los medos y los quisios del ejército persa trataron de romper el frente heleno. En vano. Clavados en sus puestos, los griegos resistieron como un bloque de granito y causaron terribles bajas, sobre todo entre los medos.

Jerjes montó en cólera. Al día siguiente decidió lanzar sus mejores tropas. Según cuenta la leyenda, les decían "Los Inmortales" porque su número era constante: a las bajas producidas por el combate o por la enfermedad se las cubría inmediatamente. De este modo, el número del contingente era siempre estable. Ascendía a 10,000 hombres.

Y tampoco pudieron. Sus lanzas eran más cortas. No tenían espacio para maniobrar a fin de hacer valer su número. Además, no tenían ni el adiestramiento ni la disciplina de los lacedemonios. Durante la batalla, los espartanos jugaron con ellos al gato y al ratón, empleando una táctica que, más tarde, sería la favorita de Atila y sus hunos: a la vista de un ataque enemigo, las tropas espartanas simulaban batirse en retirada como presas del pánico. El enemigo, creyendo que huían, se les tiraba encima desordenadamente. En el último momento, sin embargo, las formaciones espartanas daban media vuelta, tomaban posición y se lanzaban al ataque tomando a todo el mundo de sorpresa. Los perseguidores, antes de darse cuenta, se transformaban en perseguidos. La mayoría de ellos, en perseguidos muertos.

A lo largo de todo el segundo día los persas, con sus tropas de élite, trataron de forzar la resistencia de los griegos. Sin éxito. Las vallas seguían allí y, delante de ellas, los espartanos encabezados por Leónidas no cedieron ni un milímetro. Iban 48 horas de combate. Desde el amanecer hasta la caída del sol. Oleada tras oleada. Escaramuza tras escaramuza. Combate tras combate. Sangre. Muertos. Gritos. Órdenes. Ataques. Retiradas simuladas. Contraataques. Maldiciones. Amigos que caen bañados en sangre. Camaradas de toda la vida que se tiran contra el enemigo y terminan atravesados por dos, tres, cuatro lanzas. Heridos que gimen antes de morir. Estertores. Alaridos. Ruido. Sangre. Más muerte.

Pero nadie abandona su puesto. Al camarada que cae adelante lo vengan los que vienen atrás. La formación resiste. La formación aguanta. La formación da un paso al frente y ataca. La formación se cierra. Los persas se estrellan contra la falange erizada de lanzas. No pasan. No pueden pasar. No deben pasar. Si pasaran, quedarían a la retaguardia de la flota.

No pasaron. Cayó la noche y Jerjes tuvo que admitirlo: estaba atascado. Atascado en Artemisión. Atascado en las Termópilas. ¿De qué sirven 175,000 hombres si no se tiene entre ellos a un Leónidas con 300 espartanos? ¿De qué sirve el número cuando no se tiene la calidad? ¿De qué sirve llamar "inmortales" a un cuerpo de ejército solamente porque siempre son 10,000 cuando ninguno de ellos tiene verdadera vocación de gloria? ¿Para qué sirve la masa de un Imperio? ¿Para qué sirve la muchedumbre?

Los persas - los auténticos persas - eran, en realidad, tan escasos como los espartanos. Se habían conquistado un Imperio y ahora arreaban delante de si a una masa de otros Pueblos, con la esperanza de lograr la fuerza por la cantidad. ¡Oh la cantidad! Esa eterna ramera que ha engañado a tantos grandes hombres. ¡Cuantos han pasado por alto el hecho que la Naturaleza sólo produce la cantidad para tener la oportunidad de elegir a los mejores!

Jerjes, sin duda, se dio cuenta de ello después de 48 horas de mandar a una masa a estrellarse contra las aristas de un diamante. Estaba realmente empantanado. Pero, quizás... la parte de la flota que debía circunnavegar Eubea... si tan sólo pudiese conseguir tomar con ella a los barcos griegos entre dos fuegos... O desembarcar y tomar las Termópilas por el flanco... Quizás...

Al tercer día hasta esta esperanza se le desvaneció. Los barcos que debían dar la vuelta a Eubea fueron sorprendidos por otra tormenta y no quedaba ya casi nada de ellos. ¡Cochina suerte griega!

Las opciones se reducen. En realidad, queda sólo una: ¡forzar las Termópilas! Es la única forma de saber si Artemisión es, o no, una trampa. Después de dos días enteros de combate estos griegos tienen que estar cansados. ¡Forzosamente tienen que estarlo! ¡Manden todo lo que tenemos! Muertos o vivos pero los quiero ver al otro lado de esas malditas vallas! ¡Al precio que sea!

La aplanadora persa volvió a ponerse en movimiento. Volvió a mandar oleada tras oleada con una monotonía tan aburrida como macabra. Los mejores hombres trataron de arrastrar detrás suyo a la masa para abrir una brecha, aunque fuese mínima.

Imposible.

Las formaciones griegas resisten. Los espartanos parecen estar en todas partes y, dónde están, los otros los imitan. Las formaciones permanecen cerradas. No hay un hueco en toda la línea y, cuando lo hay, es una trampa que se traga decenas y decenas de persas. Los mejores hombres de Persia caen en primera fila y los que vienen detrás no están a la altura de sus jefes. La masa vacila. Retrocede. Los griegos atacan. Retirada. No se puede. Es imposible.

Tres días de combate. Tres largos días de lucha, sangre, muertos, esfuerzo, jadeos, lanzazos, gritos, marchas y contramarchas. Órdenes y contraórdenes. Tensiones sobrehumanas y breves minutos de relajamiento. Luego, otra vez a lo mismo. Mi amigo murió anteayer. Tu hermano cayó ayer. El camarada que hoy por la mañana compartió con nosotros el pan está agonizando. ¿ Cuando me tocará a mí? ¿Cuándo te tocará a ti? ¿Cuanto tendremos para vivir todavía? ¿Cuanto tiempo? ¡Oh dioses! ¿Por qué la vida de un hombre estará atada a un tiempo y ni siquiera podemos saber de cuanto tiempo disponemos?

Y en ese momento, cuando - según Heródoto - el Gran Rey ya no sabía cómo salir de la situación, un factor inesperado vino en su ayuda. Apareció un traidor. Siempre aparece un traidor.

Apareció un griego que le reveló el camino por el cual se podía rodear a las Termópilas y llegar a espaldas de Leónidas y su gente. Yo lo llamo traidor pero sé que hoy muchos lo llamarían tan sólo un tipo inteligente. La recompensa debe haber sido jugosa. Lo que no sé es si la disfrutó. Murió asesinado.

Jerjes destacó a su General Hidarnes con un ejército para que avanzara por el paso que el traidor había revelado y apareciese por la retaguardia de Leónidas. Hidarnes juntó a sus hombres y partió al anochecer. Marchó durante toda la noche y a la mañana del día siguiente estaba del otro lado. Arriba de la montaña pero ya a espaldas de Leónidas. Consiguió engañar a los focenses encargados de guardar ese paso y amenazaba ya con atrapar a los espartanos entre dos fuegos.

Al amanecer, en el campamento griego podía verse la larga fila de enemigos descendiendo de la montaña. Era el fin. Pocas horas más y el camino a Atenas quedaría cerrado. Las Termópilas se convertirían en una trampa mortal.

Leónidas supo entonces que le quedaba poco tiempo. Muy poco tiempo. Es probable que haya sabido también que, en ese instante, Grecia estaba en sus manos. Los 7,000 hombres de su ejército original era toda la infantería que se había podido movilizar. Todos los demás estaban sobre los barcos, en Artemisión. ¿Dar una batalla hasta el último hombre? Se perdería todo el ejército. La Armada quedaría sola frente a los persas. Seria el fin; el fin definitivo de toda Grecia. ¿Retirarse?, ¿Huir?. También sería el fin. La Armada también así quedaría sola. El ejército, en campo abierto, no tendría ninguna oportunidad contra la aplanadora.

Leónidas levantó la cabeza, vio el sol que nacía, escuchó los augurios -que eran pésimos - se enteró de que algunos griegos de entre los presentes estaban pensando en retirarse, miró a sus hombres, y con voz tranquila comenzó a dar órdenes. Cortas, concisas, precisas y secas. ¡Oh el laconismo espartano!.

Avisen a la Armada. Que deje Artemisión y que vaya al Sur lo antes posible. No puedo mantener a las Termópilas por mucho tiempo más. La pienso mantener hasta que los barcos estén a salvo. ¡Pero que la marina se mueva!¡Y rápido! En cuanto al ejército: todo el mundo me levanta campamento y se retira hacia el Sur mientras el camino todavía está libre. Los tebanos se quedan. Esparta se queda. Los demás: ¡fuera de aquí!. ¿Alguna pregunta?

No hubo preguntas. Pero 700 tespios no se fueron. Le pidieron a Leónidas su autorización para quedarse y tener el honor de morir con él. ¿Locura?, ¿Histeria colectiva? ¿Insensatez? Dejemos que los enanos respondan a esa pregunta si es que pueden. Dirán que es sí de todos modos. Incapaces de una actitud semejante, su único recurso es denigrarla. Lo que sucedió aquella mañana con los tespios en las Termópilas fue simplemente el fenómeno de resonancia. ¿Esparta se queda? Pues Tespia se queda también, ¡qué tanto embromar! Entre valientes el coraje es contagioso.

A las diez de la mañana de ese día comenzó el último acto en las Termópilas. Poco a poco y lentamente, los barcos griegos fueron desfilando. Sobre las cubiertas, los remeros y los marineros que navegaban hacia el Sur seguramente habrán mirado hacia el desfiladero con una angustia sorda en el corazón. Más de uno habrá inclinado la cabeza en señal de admiración y respeto. Quizás alguno dejó caer una lágrima. Seguramente más de uno masticó una maldición.

Porque allá, en las Termópilas, Leonidas y sus espartanos no esperaron a que llegara Hidarnes y se cerrara la ratonera por delante y por detrás. Salieron, se pusieron en formación de combate sobre una lomada delante de las vallas y avanzaron contra las tropas de Jerjes. ¿Quedó claro? ¡Contra las de Jerjes! Es decir; se lanzaron ¡hacia adelante! Ni siquiera intentaron forzarlo a Hidarnes a presentar batalla. De haber atacado a Hidarnes quizás podrían haber tenido alguna remota esperanza de salir de la ratonera hacia el Sur, hacia Atenas.

Pero, en este tipo de situaciones, una "remota esperanza" no es una opción para un hombre de honor. Leonidas, sus espartanos y los tespios estaban más allá de toda especulación. No se trataba de ponerse a jugar a la ruleta con esperanzas. Se trataba de algo similar a lo que sucedió en medio de la batalla de Waterloo cuando el Mariscal Ney se puso a juntar las tropas dispersas y en retirada gritándoles: "¡Vengan a ver cómo muere un mariscal de Francia!". Se trataba del final. Y cuando llega el final, los hombres de verdad siempre quieren que sea a toda orquesta.

Los persas cayeron sobre los espartanos como langostas. Pero esta vez los jefes persas no iban adelante. Venían atrás, arreando a la masa. ¡A latigazos! Heródoto nos cuenta que a la masa del ejército persa hubo que empujarla a los latigazos para que enfrentara a los espartanos. Arreados como una manada de búfalos, muchos persas cayeron al mar. Otros perecieron pisoteados por su propia tropa.

Los espartanos resistieron a pie firme la avalancha hasta que se les quebraron las lanzas. Después, desenvainaron sus cortas espadas y se tiraron sobre el enemigo.

Ése fue el momento en que cayó Leonidas.

Alrededor de su cadáver se produjo un tumulto infernal. Los espartanos defendían el cadáver mientras miles de persas trataban de llegar hasta él.

Dos hermanos de Jerjes: Abrocomas e Hiperantes, cayeron muertos en el mismo lugar. Y, aunque parezca increíble, los espartanos llegaron a rescatar el cadáver de su Jefe. No sólo eso: batieron a los persas en retirada cuatro veces. ¡Cuatro veces!

Pero, por último, llega Hidarnes y es - definitivamente - el fin. Para no quedar completamente entre dos fuegos, el puñado de tespios y espartanos que aun resiste se repliega contra un farallón. De espaldas al mismo, deben soportar una lluvia de proyectiles. Sí: ¡proyectiles! Más de 100.000 hombres contra un centenar, apretado contra la espada y la pared en el más literal de los sentidos, y todavía se los remata a flechazos y a lanzazos.

¿Es que todavía los persas no se atrevían a acercarse?

No. No se atrevieron. Esa es la verdad. Hasta el día de hoy los enanos no se atreven a acercarse a un gigante y se conforman con atacarlo de lejos. Siempre ha sido así. Desgraciadamente, quizás siempre siga siendo así. Pero gracias a los gigantes derrotados de antaño los gigantes del hoy y del mañana hallarán un espejo en el cual mirarse y reconocerse. Y, algún día, cuando hallamos llegado al fondo de la decadencia, cuando el mundo entero esté convertido en un ciénaga infame que devorará y corromperá hasta a los mismos enanos que la han producido; cuando los seres humanos nos hallemos como Leónidas, con los caminos cerrados por delante y por detrás; ése día — ¡Oh Dioses! ¡Cómo quisiera vivir para ver ese día! — ese día los enanos se arrastrarán de rodillas a los pies de los gigantes que hicieron historia y llorando le implorarán que les salven.

Y el último gigante mirará hacia las Termópilas y los salvará. Aún a riesgo de que, una vez a salvo, los pequeños energúmenos mediocres terminen escupiéndolo a él también. Porque por eso son enanos. Sin embargo ahí estan ellos, los héroes, los que se sacrifican y lo dan todo por el honor. Por eso existen. Por eso, hace ya más de 2,400 años, alguien colocó un león de piedra sobre la tumba de Leónidas. Por eso, desde hace más de 2,400 años, los que pasan por el lugar en que se batieron los 300 espartanos se encuentran con aquella vieja, triste, terrible pero hermosa inscripción:

Viajero:
Si vas para Esparta, dile a los espartanos
que aquí yacen sus hijos,
los que cayeron en el cumplimiento de su deber.


Hace más de 2,400 años esta inscripción le grita su mensaje al mundo desde la tumba de aquellos gigantes, y en todo este tiempo muy pocas personas demostraron entender realmente el significado de su sacrificio.

A Dr. Roberto Caballero, ojala un día seamos todos Leónidas…


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com
Diario Pampero Cordubensis

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Global invasión o defensa cultural, aquí y ahora

LA JÓVEN AMÉRICA y el MAR, en su capítulo Geopolítica Americana, de la Hostería Volante nº 40. dedicada, al Dr. CARLOS A. DISANDRO (1919-1993), dice en la Introducción, lo siguiente:

“En mi artículo “GLOBAL INVASIÓN” (Cf. Ciudad de los Césares, nº 29) he planteado “repensar” a América en la concreta amenaza de esta “global” invasión, que justamente define a nuestro continente como espacio vacío, - diría nosotros “res nullius”-, ocupado por razas inferiores, pasivas, ya sometidas al nuevo “big Bang” geopolítico. Sobre este y otros conviene confrontar ahora las declaraciones o el reportaje a una racionalista, iluminista del próximo milenio, SAMUEL HUNTINGTON (+) (Cf. Diario platense El Día, La Plata, Suplemento Internacional, 1993, entrevista y/o reportaje a una de las cabezas mundialistas, que junto a H. KISSIGER, se considera el visionario, racionalista, iluminista del próximo milenio (el XXI) más procurado por una nueva central de inteligencia, precisamente Global Wiewpoint). Pero nuestros horizontes, por supuesto, son otros. Conviene, sin embargo, tener presente las líneas geopolíticas de HUNTINGTON, cerebro para la judería de Partido Demócrata. Agreguemos que muy esclarecedor el siguiente dato que tomo de Lectures Françaises, nº 434, junio de 1993: “Un nuevo lobby U.S.” Une nouvelle organisation a été constituye aux Etats- Unis. La Jewish Higgh Tech,. Community, véritable syndicat, reunissant lles dirigeant juifs des firmes mundiales de recherche et le prodution en matière de technologies avancées ». Esta supersynarquía, o Bérit Berith tecnp-productora controla toda investigación, y decide sus recursos, planes y personas.
En cambio, nosotros en América Románica sólo poseemos limitadamente, tierra y, más limitadamente aún, recursos humanos. Tales son las bases empíricas e históricas de nuestro contexto finimilenario. Pero todavía nada nos impide “pensar”; y si no se ejerce el “pensar”, el noein parmenídeo-axaxagórico, EL CURSO DE LA HISTORIA redúcese ya una fatalidad.

GLOBAL INVASIÓN o DEFENSA CULTURAL, AQUÍ y AHORA

La GLOBAL INVASIÓN tiene como discurso táctico una guerra civil planetaria, del terror, del despojo, la asacre, la destrucción (cuyo modelo lo observamos ya en Cercano Oriente y entre otras, en Yugoeslavia, etc., destrabada por un solve criminal, contemplado con cinismo por los mister BUSH, padre e hijo.
Pero las líneas fundamentales del ensayo biopolítico, psicopolítico, tecno-opresivo y conductivo, esas líneas están confiadas a la explosión racial dentro de EE.UU.; la expansión islámica, resueltazo del enfrentamiento Irán-Irak Y Estados Unidos, y de sus conflictos endógenos, que cubrirán inevitablemente de espacios y pueblos colosales.
La Global Invasión es pues interna (racial y sustancialmente negra) y extrema (confrontación de Islamismo y Judeo-cristianismo. Estas fases han comenzado ya – hacia los noventa -, mientras América Románica, confundida y depredada, ofrece una un espacio multiforme para multiformes operaciones ulteriores a la guerra de bolsones, en curso de implementación en Europa, Cercano Oriente, ex URSS u conglomerado stalinista. La Global Invasión no considera parámetros excluyentes, por razones de civilización, justicia, soberanía o temperamento de los pueblos, de historia acontecida en una línea sinuosa, pero en fin de cuentas de cuentas vivida, desde NAPOLÉON (S. XIX ) a GORBACHEV (S. XX). Todas estas razones han perdido entidad frente a la pulsión invasora de la New Age, Hali Yuga absoluta en manos de los esoteristas negros, “dei neri Cherubini”, etc. Simplemente, esa Global Invasión opera como universal masonismo-sionismo iluminista, reduccionista y mundialista, según un sentido totalitario y potenciado por el poder estratégico. Ha comenzado además según un ritmo dinamizado y potenciado por el poder ecuménico de la Roma arriana, que correrá el frente islámico-judeo-cristiano más hacia el Rin y el Danubio; ello hay signos evidentes en Italia, Francia, Austria y Alemania.

En Europa la conciencia de estas coyunturas catastróficas se ha agudizado. Diríamos que el planteo de una defensa cultural étnico telúrica es hoy un ingrediente decisivo en el perfil de una Europa desligada y libre totalmente de Estados Unidos y enfrentada totalmente también al remanente que éste deja como Global Invasión en sus fases iniciales, en su conducción sinárquica israelita. (Cf. SRGIO GOZZOLI, Europa ieri, oggi, domani. Conferanzatenuta a Roma, il 26 octubre de 1991, en L´Uomo Libero, nº 34, Aprile 1992). La Global Invasión aquí considerada es un recurso más poderoso más poderoso, más revulsivo y más eficaz que la disolución de la Unión Soviética. Pues esta disolución o colapso reconoce causas internas, étnicas y raigales de la Europa pre-leninista, complementadas por estímulos externos de la gran Banca Mundial. La Global Invasión es una vía totalitaria de planificaciones zonales, que no consideran las estructuras de los países, territorios o estados invadidos, su doblamiento, su doblamiento, tradición o impostación histórico, sino el impulso final de dicha Global Invasión o intervención armada, narco-tecnocrática, persecutoria y genocida.

En tal contexto planteo, para el caso identificable en América Románica, la contraparte de Defensa, de “rechazo” como instancia de TERCERA POSICIÓN, no la anuencia a la Global Invasión ni el recurso a la coyunda del sostén sinárquico.
Defensa es arriscamiento, repliegue, autoconciencia, distinción del riesgo y del peligro novísimo, inminente; en fin recognición del ASEDIO y acechanza del enemigo, del agente instrumento de la Global Invasión. Al hostis es menester rechazarlo y aniquilarlo in animo et in sentencia. Si no advertimos la diferencia GEOPOLÍTICA de Amicus, inimicus, HOSTIS, no podremos diseñar nunca una geopolítica americana, que se forja en todo caso con la anuencia del Amicus y hace replegar el hostis.
Pero en todo caso, en estas perspectivas y en medio de estas dificultades, hablo de Defensa, que significa ante todo una raíz de decisión política, un estricto arraigo a un recurso bélico-político como el que forjo la I Guerra de la Independencia (1810-1852), según se puede ver en numerosos textos de BOLIVAR. El caso de este héroe americano resulta arquetípico en muchos pormenores. Sin reanudar la energía de un movimiento revolucionario nacional-americano encuentro imposible salir del caos político en las Patrias Americanas. Y en ese horizonte convendría hiciéramos el recuento desde la muerte de BOLIVAR y SAN MARTÍN hasta el fin del siglo XX, para saber lo que hemos perdido en cuanto a la recurrencia de una geopolítica americana, siempre frustrada.
Y por último no puede acontecer tal Defensa sino en la Anfictonía (de SIMÓN BOLIVAR), o en el Continentalismo (de JUAN PERÓN). Pues Geopolítica es también un saber empírico constructivo que redimensiona los parámetros de la Política (la ciudad o el Estado Nacional, la res publica), el perfil cosmográfico de longitud en que la historia herodótica (de HERODOTO, padre de la historia) o épica nos ha ubicado, los espacios, las montañas, las llanuras y los mares en un signo cosmográfico de longitud y latitud, y en fin un saber que contempla en el Kairos (momento) mundialista una secuencia combinatoria empírica en una physis concreta.

Los parámetros sistemáticos cubren dos siglo (1790-1992), en los cuales América frecuentemente engañada contra la voluntad instaurada por sus héroes (I Guerra de la Independencia) y en los que el retroceso del reduccionismo jesuita, desalojado por la geopolítica de CARLOS III, cumplió una nefasta labor judeo-cristiana, cuyos resultados están a la vista. Pues el Estado mundial es la meta (telos: fin) de la segunda revolución iluminismo judeo-masónico del siglo XVIII.
En primera fase se cumplió la emersión democrática contra el trono y el altar. En la segunda están afectadas profundamente soberanía, justicia y libertad de los pueblos, independientes hasta ahora con los márgenes indecisos. La Global Invasión intenta precisamente anular esos márgenes y conducir la humanidad aglutinada: 1) por el terror; 2) la guerra policíaca; el control informático; 4) la división en dos grandes clases: a) el jet-set técnico-burocrático beneficiario del luxus (lujo y capitalismo, una obra del judío WERNER SOMBART), que conduce con apropiados estamentos interpuestos en todos los países y sectores, b) la gran masa de los sometidos, con zonas amplias y densas de pobreza, marginación, pestes espirituales, psíquicas y biológicas.
Los acontecimientos emergentes y perfilados en diez años en diez años (1982-1992) preparan justamente el campo, dispuesto para una última fase del iluminismo: convencer a las masas que es más liviana la “existencia” de la imagen videocrática (EL SOFT-BEING) y en ella se cumple el “ciclo prometido”.
En particular, todas ellas se han cumplido o se están cumpliendo en una etapa, anuncio de un fin catastrófico, y preludio de una mutación en el “soft-being” de las masas, involucionadas, idiotizadas, siervos de crueles señores del mundo, soberbios en la “pasión” y en el “poder”.

Defensa implica una reacomodación psíquica y espiritual previa, sostén de continuidad contra la agresión. Esta reacomodación psíquica no es fácil, no asequible para muchos, trabajados por la plétora informática y videocrática. Sin embargo, la misma realidad compleja convivida despierta el ansia de un espacio interior constructivo, autónomo y eficaz en la reflexión y en sentimiento.
En este aspecto sólo una reserva generacional puede reanudar tal sentimiento de instalación cósmica, como una consecuencia del mismo ser del hombre. Pero también en este sentimiento debe omitirse la manipulación ecologista, y la nueva religión de la tierra. Ambos PARÁMETROS afectan de una cierta manera la MEMORIA HISTÓRICA, que comporta la vida como dato inescindible en el tiempo.
La DEFENSA , así concebida, profundiza la reconquista del hombre como entidad psíquica y noética, colmada por una veneración de los antepasados y atenta al contorno étnico y telúrico simultáneamente. Si el llamado “PROGRESO” según los iluministas potenciados por un horizonte de dominio ABSOLUTO, resulta ejercido por hombres sobre hombres, el frenar ese ritmo no es mero retraso, sino una nueva creación como reinicio de la VIRTUD fundante del HÉROE noético.
En este sentido entiendo un doble en este horizonte incoativo de la geopolítica empírica y constructiva: lo que llamo AMÉRICA JOVEN y el capítulo que despliega la II Guerra de la Independencia como ejecución inmediata de un Movimiento Revolucionario Americano y Heroico. Ahora los déspotas no son los Borbones ni la rémora clerical-jesuita de la España del siglo XIX. Ahora son la Alta Banca, la Sinarquía judeo-cristiana mundialista, el ecumenismo apátrida y anti-teándrico o anti-hyperbóreo.

El surrealismo ha tenido en la promoción del mundialismo un significado de ruptura ESTÉTICA muy importante; sus efectos considerables han desviado las energías espirituales por el ATEÍSMO, la IRRELIGIÓN, el odio a las RES PÚBLICA, ; la caducidad del iluminismo racionalista a su vez se potenció sustituido por un EVOLUCIONISMO dialéctico desenfrenado y antihyperbóreo. Se completó el trabajo práctico de los “talleres” luciferinos, y el desmontaje y re-montaje subsecuente exhibieron la “REVOLUCIÓN CULTURAL”, la “REVOLUCIÓN SEMÁNTICA” (Estructuralismo lingüístico) Y la “REVOLUCIÓN DEL SEXO y LA VIOLENCIA”.
América Románica ha sufrido por la coalición de estas fuerzas un retroceso, saludado hoy con entusiasmo por los LOBBIES capitalistas y marxistas judeo-cristianos como coyuntura de inflexión hacia una subaldea multiracial, que destruye para siempre la herencia de dos mil años. Y sobre todo la herencia próxima de sesenta y cuatro años de PERONISMO, que articuló EL HOMBRE, LA TIERRA, LA NACIÓN, tal como aquí la consideramos.
Nuestra Geopolítica supone rescatar y salvar lo que sugiere la semántica del término, e instalar los canales concretos de una generación que repudie la destrucción y la inmersión en la revolución sexual, biológica, sodomita, impulsada por los amos del sexo y la pornografía, y gratificada por el jet-set de los play boys y clérigos apóstatas, anti-sociales, en cuanto defienden la contranatural, el mestizaje compulsivo, la decadencia biotípica de la materia gris, la “raza inferior”, por subalimentación y drogas sin control. ESTOS SON TÉRMINOS ABSOLUTOS PARA EL FRENTE, QUE YO LLAMO POR COMODIDAD, DEL SURREALISMO SEXUAL CON EL UNIVERSO PARANORMAL DE TELEVISIÓN, DROGAS, Y DEPORTES HYPERTROFIADOS; PERO TAMBIÉN TÉRMINOS ABSOLUTOS PARA NUESTRO CONTRAFUERTE, CONSIDERADO COMO EL EQUILIBRIO HEROICO DE LAS ENERGÍAS DIVINO-CÓSMICOS y HUMANAS EN EL ACTO DE PROMOCIÓN DE LA CULTURA SOLAR QUE COMBATA YA SIN DEMORA LA ALDEA MUNDUALISTA, LA SUBALDEA AMERICANA, DOMINADAS POR LA INFORMÁTICA DE LOS TALLERES PERIODÍSTICOS Y/O LOS “CONDUCTORES” DE OPINIÓN, IMPUESTA POR LA SINARQUÍA DE LOS OCULTOS CENÁCULOS ALTÍGRADOS. ELLOS DECIDIRÁN EL RUMBO DE LAS CONCIENCIAS CORRUPTAS, NOSOTROS LA SELECCIÓN ESPIRITUAL QUE, O CON LA POLÍTICA EMPÍRICA CONSTRUCTIVA, o LA ESPADA FULMINANT DE LA GUERRA, LIQUIDA LA GLOBAL INVASIÓN DEL DETRITUS Y DEL BARRO, PARA DECIDIR OTROS RUMBOS, RIESGOSOS ES VERDAD, PERO MÁS LIMPIOS Y MÁS HUMANOS.

La etnia americana, argentina, ha tenido o había tenido desde 1930 a 1980 una anábasis o descenso HISTÓRICO que retoma su conciencia nacional en la Revolución del 43 y luego en la obra estratégica de JUAN PERÓN hasta su muerte. De forma sumaria pues hablemos de una etnia criolla-argentina que en su identidad y abierta es fecunda e imprevista. Este es un recurso biológico-histórico-espiritual que posibilita concentración y despliegue. ES ESTO LO QUE HA DESTRUIDO LA GLOBAL INVASIÓN. Nuestra DEFENSA ES REENCONTRAR SU EXPRESIÓN Y SUS CAMINOS MÁS PROFUNDAS QUE UN SINTOMA FOLKLÓRICO, PUES ES UNA “ANIMA GENÉTICA”, COMO EL “ANIMA MUNDI” DE LOS ESTOICOS. ES EL “ANIMA ARGENTIAE”, cuya muerte es una catástrofe de la tierra. El mismo folklore podría invalidarla, A. YUPANQUI.

Conclusión:

La reasunción de la II GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1943-2009) exige y redimensionar el lapso de nuestros héroes heráclicos, y proceder a limpiar la conciencia histórica de la drogadicción judeo-cristiana Un solo camino tenemos: DESPLEGAR LA GUERRA SEMÁNTICA y PREPARAR EL CONFLICTO DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL AMERICANA CONTRA LOS DÉSPOTAS DEL NORTE (EJE WASHINGTON, LONDRES, ROMA) y CONTRA LOS LENINISTAS DEL ESTE (YELTSIN, GORBACHEV y CACIQUES MENORES DE POLONIA, CHECOSLOVAQUIA, HUNGRÍA, ETC.).
PARA NOSOTROS RIOPLATENSES, REFUNDAR EL EJÉRCITO ARGENTINO EN DOS CUADROS ESTRATÉGICO-POLÍTICOS: EL EJÉRCITO DEL NORTE, QUE LLAMAREMOS COLUMNA “SAN MARTÍN”, Y EL EJÉRCITO DEL SUR, QUE LLAMAREMOS COLUMNA “JUAN PERÓN”.

Dr. CARLOS A. DISANDRO
La Plata
República Argentina
17 de octubre de 1992.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com
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