sábado, enero 03, 2009

La Masonería: Poder invisible (III)


“La Francmasonería está constituida por diversidad de sociedades secretas esparcidas por todo el mundo. Se propone destruir la actual civilización cristiana, y reemplazarla por otra racionalista y atea que tenga por religión la razón y la ciencia: y he aquí al materialismo”. León de Poncins, 1928.

Cruzadas y contactos esotéricos entre Templarios e Ismaelitas.

Conmovido por la gran miseria de los peregrinos a Tierra Santa, como por las llamadas el Basileus Alexis Comnenes, pidiendo ayuda, un papa cluniacense, Urbano II, se dejó arrastrar en esta aventura (27 de noviembre de 1095), cuyos futuros caminos ya habían sido reconocidos por una expedición de los normandos en el Asia Menor. A la ardiente fe que movía “la Gesta de Dios por los Francos” se mezclaban unas altas ambiciones y unos intereses de los más terrenos: la esperanza de reunir bajo la autoridad moral de la Santa Sede soberanos y feudatarios asociados en la misma empresa, de ocupar a unos turbulentos cadetes, de buscar una salida a los excesos de pandillas de varones y bandidos que asolaban el territorio, pero también el deseo menos perdonable de quebrantar el feudalismo, aplastándole con deudas, y de explotar el celo de los cruzados para el mayor provecho de las ciudades marítimas italianas. Mejor informado, el gran abad de Cluny, Pedro el Venerable, se negó a participar en la asamblea de Vézelay, que preparaba, el 31 de marzo de 1146, la segunda cruzada, a instigación del Papa cisterciense Eugenio III y de Bernardo de Clairvaux, muy imprudentemente comprometido, desde el principio del siglo, en los asuntos islámicos.
Pero los sultanes fatimidas de El Cairo, amenazados como los bizantinos por el empuje de los turcos seldjukides, alentaban a los cruzados en su empresa. De raza árabe, pero musulmanes disidentes, perteneciendo al rito chiita (fiel a los desciendentes de Aly y a la secta ismaélicas, penetrada por influencias esotéricas y judaicas). Obeid Allah, fundador de la dinastía en 909 (después de visir del califato Al Moutadhid, entre 892 y 902), considerado como iman mesiánico o “mahdi”, era hijo de una judía. Escogió como consejero a Isaac ben Soleiman Israëi (845-940) y admitió a los judíos en la función públicas. Fiel a su tradición, su segundo sucesor, Ismaël Almansor, llamó Abusahal Dunasch, de Mesopotamia (900-980), como médico y astrónomo. De manera que cuando Hakin pretendió restablecer en 1008-1010 las restricciones impuestas por Omar a los judíos en 638, y expulsarlos en 1015, pereció asesinado en 1020. Estos soberanos “alumbrados” y/o “iluminados”, aconsejados por unos gran-visires persas, servían unos grandes designios universalistas o ecuménicos, hacia los cuales trataban de atraer a los cristianos. En circunstancias muy sospechosas, Bernardo, autor de un “Elogio de la nueva caballería”, inspirada en los “ribats” del Islam, otorgó su patrocinio a la Orden del Templo, creado en 1119, reconocido en 1128, - en pleno período de desorden del Papado – entre cuyos fundadores André de Montbard, su tío materno.
Réplica cristiana de los “Assacis” musulmanes – los “asesinos” del “Anciano del Monte”-, guardian también del “Templo del Mundo”, ESTA MILICIA COMBATIÓ CON VALOR CONTRA LOS TURCOS, pero con MIRAMIENTOS hacia los árabes sus “hermanos de misión”. Por su doble juego y sus malogradas intromisiones, comprometió muchas veces la diplomacia de los Cruzados, torpedeó la empresa de conversión al cristianismo de los mogoles (la gran oportunidad de Occidente) y contribuyó decisivamente al fracaso final del establecimiento cristiano en Tierra Santa, cuyo último baluarte, San Juan de Accra, capituló en 1291. Refugiada en la isla de Chipre, sede de un Consejo secreto, la Milicia del Templo dedicó los inmensos recursos de que disponía (ahora sin ninguna justificación) a derrocar a los tronos, primero en Francia y luego en Europea. Pero, quebrantada su empresa por FELIPE EL HERMOSO, la Orden arrastró en su caída a su aliado, el papa Bonifacio VIII (1307-1311), según more jesuítico.
Explicación sobre el tema en la tesis de JEAN LOMBARD COEURDEROY, La cara oculta de la historia moderna, tomo I. Bogota, 1989, p. 78.

LOS ASESINOS

Los templarios observaron que las cruzadas se debilitaban; por ello, mucho antes que KENNEDY y KHRUSCHOV inauguraron una política de distensión, “detende”, de coexistencia pacífica entre Oriente y Occidente; tenían el apoyo de Ricardo Corazón de León y Enrique II Plantagenet, además, de Raimundo V, “Rey del Mediodía” (sur de Francia).
Se trataba nada más ni nada menos de crear u mundo pacífico en casi todo el Mediterráneo, desde Marsella hasta Tierra Santa, basado en un comercio dinámico entre cristianos y musulmanes, financiado por la Orden.
La hermana de RAIMUNDO llegó a ser esposa del Sultán SALADINO, el hermano de éste se con la hermana de éste se caso con la hermana de RICARDO CORAZÓN DE LEÓN. Justo cuando las ambiciones del Templo creaban un mundo donde cristianos y musulmanes se integraban en un nuevo orbe político financiero, fue cuando entre el Emperador FEDERICO II y los “Hospitalarios” deciden minarle el terreno, hasta que FELIPE IV, EL HERMOSO, logró eliminarlos.

Pero ¿de dónde sacaban los caballeros de esta orden su afinidad y amistad con ciertos grupos de musulmanes? Documentos recientemente descubiertos prueban que entre la importante secta secreta de “LOS ASESINOS” y la de los templarios existieron una amistad y un pacto que todavía persisten en algunos círculos esotéricos colocados tras el poder.
No tenemos mucho lugar para continuar explicando de esta orden en la vida de la Edad Media y posteriormente en la Masonería. No podemos afirmar que la francmasonería es hija directa en la Orden del Templo, pero sí que una hija “ilegitima” del Templo, en especial la Masonería especulativa, la cual recién en 1717 se regularizaría oficialmente.
Otra descendiente de la Orden del Templo que podemos considerar es la SINARQUÍA, matriz del actual Mercado Común, que más adelante veremos nacer en Europa y transformarse en el “alma Mater” de la política económica europea, aunque infectada por los intereses particulares de algunos países.

La herencia que recibió la masonería operativa de los templarios radica en la jerarquía secreta existente dentro de una misma sociedad secreta, algunos ritos simbólicos de influencia gnóstica y cabalística, y en el sentido arquitectónico heredado de los templarios de las cofradías de constructores, de una gran influencia de los constructores musulmanes. Otro gran aspecto es la influencia financiera de los masones y su amor por todo lo que sea bancario, cosas que los templarios llevaron aún mucho más lejos de acuerdo con la proporción histórica.
Toda la verdad sobre estas relaciones seguramente estaban en los archivos secretos de la orden, que debieron haber consistido en montañas de manuscritos pues la orden era muy rica y sus bibliotecarios e historiadores muy cuidadosos.
Cuando NAPOLEÓN tomó Roma, no se olvido de su pasión por la historia enigmática de los templarios e hizo sacar de los archivos del Vaticano todo lo concerniente a la Orden y después que los eruditos tomaron nota el expediente fue devuelto, pero mucho más reducido. Hoy el archivo posee algunas piezas del proceso, y no todas las que BONAPARTE devolvió, pues una buena parte de ellas fue robada.
A la masonería le habría gustado encontrar lo que FELIPE EL HERMOSO no halló aquel día que detuvo a los templarios y con tampoco afán buscó en todo el Templo aplicando “máquina” o torturas: el “Fabuloso Tesoro”.
Ya han comenzado las investigaciones sobre los misteriosos cofres llenos de monedas de oro que desaparecieron aquella noche en que JABOCO DE MOLAY era quemado por el odio de un rey, pero hasta el momento continúa siendo un enigma. Quizá mañana la historia dé un giro y aparezcan los archivos secretos y el tesoro.

SURGIMIENTO OFICIAL DE “LOS HERMANOS TRES PUNTOS”MASONES

El día de San Juan Bautista, tercer año del reinado de JORGE I, 24 de junio de 1717, la Asamblea y Fiesta de los Masones Libres y Aceptados tuvo lugar en una taberna londinense, “La Oca y el Grillo”. (*).
Allí, entre el correr del vino, los hermanos eligieron un Gran Maestro, el burgués ANTONIO SAYERS; pero dos años más tarde, el cargo de Gran Maestro se halló en manos del hombre que sería el primero de un modo “oficial” y luego, entre bambalinas, el “alma Mater” de la masonería inglesa: JUAN T. DESAGULIERS. Se tardaría dos años más en conseguir un Gran Maestro de sangre noble: JOHN, duque de MONTAGU.

DESAGULIERS era un buen profesor de física, admirador apasionado de ISAÍAS NEWTON, cuando doctrina enseñaba. Nacido en Francia, siguió la carrera de pastor hugonote, como su padre, después de estudiar en Oxford. Su ambición no era buscar honores, sino un poder oculto. Vivía en una Inglaterra desgarrada por la incredulidad y la inmoralidad. Por ello, apoyándose en cuatro agonizantes logias, formó la Gran Logia Madre del Mundo, que tantas satisfacciones dio al Imperio Británico y tantos dolores de cabeza a sus enemigos.
DESAGULIERS, como buen hugonote, no pudo disimular su odio al Papado romano, impulsando la nave masónica por los vientos de un protestantismo cada vez más fuerte y desarrollado. La obra prosperó, y en 1725 había 72 logias. Los nobles comenzaron a acudir a éstas; en 1723, JAMES ANDERSON, un pastor presbiteriano, regaló a las logias unas constituciones tan sólidas, que aún hoy constituyen la carta regular de la masonería de la masonería. Previamente ANDERSON y DESAGULIERS habrían entregado a las llamas todos los documentos donde se demostraba la tradición católica de las logias, y con esta llamada “conspiración de pastores”, la masonería, antigua constitución católica y estaduardista, se transformó en un instrumento de la política británica y de la iglesia anglicana. Los biógrafos de ANDERSON consideraron que se introdujo en la masonería – después de ser expulsado de algunas logias -, por un interés terrenal. CHAMBERS, en su célebre diccionario, lo acusa hasta de “embrollón financiero”.
Las constituciones de ANDERSON definen los deberes del masón, comenzando por una tolerancia deísta, de la que excluye de manera tácita al catolicismo y sus dogmas doctrinales. En 1738, el credo bíblico y protestante es reforzado mediante la segunda edición de las constituciones, que tanta influencia conservan en la actual masonería inglesa. “Un masón – dice el texto original – está obligado, en virtud de su titulo, a obedecer la ley moral y, SI ES DILEGENTE EN SU ARTE, nunca será un ateo estúpido ni un libertino sin religión”.
(*): Se trata de San Juan Bautista, y no, como es nuestro error, San Juan Evangelista. Conste.

Finalmente, “Cuando se considera la labor realizada, tenemos el derecho de sentirnos orgullosos de nuestra propaganda. Bien sabemos que la obra no está terminada; pero ¿qué son los siglos en la vida de la humanidad? El Cristianismo, en los dos primeros siglos de su existencia, parecía no haber respondido a los vaticinios de sus profetas, y sin amargo, acabó por dominar el mundo occidental. Lo mismo sucederá a la Francmasonería, que será la única religión digna de los hombres a medida que los progresos de la ciencia acaben con las supersticiones y con los Dioses. No me es permitido el desaliento. Nuestro secreto está, como lo reveló una curiosa obrita, que ya no se puede encontrar, publicada en Bruselas en 1744, La Francmasonería, o revelaciones de los misterios de los francmasones, por Madame +++, en establecer insensiblemente una República universal y democrática, de la que la razón será la reina, y una asamblea de sabio, el Consejo Supremo”. (A. LANTOINE, tres puntos, Hiram au Jardin des Oliviers, páginas 30-31 Librería M tres puntos. Gloton, París, 1928).

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero Cordubensis nº 155

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