jueves, diciembre 25, 2008

La Masonería: Poder invisible

“Las cosas consagradas solo se revelan a los hombres consagrados; está vedado revelarlas a los profanos mientras no se hallen iniciados en los misterios del saber…”
HIPOCRATES, Nomos 1 I. 8.

IMAGEN DE LA DIVISA de LA FRANCMASONERÍA:

Dentro de la dinámica de la historia ha desempeñado un papel activo en la evolución política, religiosa y económica de los últimos siglos, a pesar de haber pretendido disimularlo e incluso negarlo. Este papel ha sufrido variaciones con el tiempo, las circunstancias, los hombres, los pueblos y los lugares y, a menudo, se ha mostrado importante, cuando no capital. Quizá sea exagerado pretender explicarlo todo por ella, pero sin ella la historia política sería ininteligible.
Los historiadores siguen registrando archivos en busca del origen de la masonería; penetrando en el campo de la fábula – la hermana menor de la historia -, enredándose con las leyendas mitológicas que muchos siembran, como el nuevo rico que habla de su pasado aristocrática después de adquirir por una gruesa suma el título de un noble venido a menos. Nosotros describiremos lo que sale a la superficie de la historia y también miraremos debajo su manto secreto, hasta finalizar con las masonerías paralelas, cuyo poder y estructura superan muchas veces a la tradicional masonería, y que, como ciertas arácnidos, terminan por comerse a su progenitora sin remordiendo ni gloria.
La idea de que la masonería se vincula con las primeras sociedades secretas de iniciación es muy antigua. El manuscrito REGIUS, que data del año 1400, acepta una tradición según la cual la Orden habría sido creada en Egipto; otro manuscrito, COOKE, posterior, hace intervenir a personajes bíblicos, como también a PITÁGORAS y HERMES. La noción de una tradición egipcia más o menos helenizada se encuentra más o menos helenizada se encuentra en casi todos los masones de la Edad Media. En cuanto al mito de HIRAM, ese arquitecto del templo de SALOMÓN a quien asesinaron tres de sus discípulos porque no quiso darles a conocer su secreto de maestro, la Masonería ritual y simbólica ha encontrado en su relato un motivo para una de sus importantes ceremonias. Otra de sus formas es la inspiración en antiguas creencia solares, más tarde dramatizadas por el culto de ISIS y la muerte de su esposo OSIRIS, (¿y HORUS?), que renace a la vida después de vencer a una potencia maligna. El mundo greco-romano absorbió profundamente este culto, que más adelante veremos muy desarrollado entre los mismos templarios en sus ritos secretos. También LOS “HERMANOS TRES PUNTOS” no se cuidaron de robar ideas a los rosacruces y a esas organizaciones esotéricas, que transformaron en ritos teñidos de alquimia y ocultismo.
Históricamente, uno de los seguros orígenes de la masonería data de las antiguas corporaciones de albañiles, constructores de catedrales e iglesias, edificadas durante la Edad Media bajo la influencia de la Iglesia Católica. La palabra deriva de la francesa maçon, término que se aplicaba antiguamente a los obreros especializados en obras de construcción. Los “albañiles” que integraban las logias eran exclusivamente los maestros de obra, los arquitectos, los escultores y tallistas de piedra, es decir, todos aquellos que aportaban su arte en l construcción, arte cuya técnica secreta era celosamente guardada, y que incluía la astronomía, la música y el derecho. Estos albañiles era sucesores de confraternidades más antiguas de carácter místico y sacerdotal, cuya tradición mantenían orgullosamente. Ya en el siglo XII existía en Alemania una gran cantidad de logias de “albañiles” de carácter internacional. En 1275 se reunió, a la terminación de la Catedral de Estrasburgo, un congreso de maestros “albañiles” llegados de Inglaterra, Alemania y Lombardía (norte de Italia), en el cual se resolvió de inmediato la creación de una “Gran Logia”.
El aprendizaje era largo y difícil, pues las técnicas y medios rudimentarios exigían una habilidad e imaginación en verdad fuera de lo común para finalizar las construcciones de la Edad Media. La enseñanza y las manera de trasmitir los conocimientos eran secretas y se impartían en reuniones misteriosas con ritos tradicionales.
En cada país todas esas logias se conocían entre sí y se encontraban unidas por una triple comunidad de intereses, doctrinas y rito. En sus viajes de una ciudad a otra usaban medios secretos de reconocimiento mediante signos convencionales y palabras de contraseña. Los maestros constructores defendían su monopolio utilizando signos símbolos, entre los que se encontraban el compás, la regla y el triángulo. La moral era estricta, dominada por la ética cristiana, y si algún hermano no cumplía con las reglas, la expulsión constituía el próximo paso. Dentro de la logia los trabajos se realizaban bajo la invocación del “Gran Arquitecto del Universo”, pero, muy pronto, algunos compañeros (“cum panis”: compartir el pan) comenzaron a introducir diversos simbolismos esotéricos traídos de sus viajes por Oriente vía Mediterráneo, tradiciones que muchas veces ocultaban trabajos poco ortodoxos mezclados con magia.
Sin embargo, el conjunto de la doctrina y los ritos era sólidamente católico, y en una regla de 1583, se estipulada que todo “albañil” debía ser “fiel a Dios y la Santa Iglesia”, y evitar el error de la herejía”, decisión que se mantuvo firme durante la reforma protestante.
Llegamos así a una masonería OPERATIVA, con una organización en potencia y todo el vocabulario de la futura masonería moderna. Queda por explicar el origen de la expresión “free mason” (albañil libre), la que se encuentra por primera vez en una patente de franquicia inglesa conferida en Londres en 1376, y que se emplearía luego por oposición a “rough mason” (albañil ordinario).
El título de libres se daba a los constructores calificados, quienes gozaban gozaban de grandes privilegios, conviertiéndose con sus corporaciones en un verdadero estado dentro del Estado.
En efecto, desde el año 614 el Papa BONIFACIO IV les reconocía monopolios que…”liberan de los estatutos legales locales, edictos reales y cualquier otra obligación impuesta a los habitantes del país en que iban a residir…”. No dependiendo más del Papa, estos albañiles se encontraban bajo la protección directa de la Iglesia, por encima de las leyes temporales, al mismo tiempo que tenían su propia justicia, dictada en la asamblea solemne de la logia.
Esta masonería operativa, integrada por nuestros constructores, fue corrompiéndose hasta convertirse en una caricatura anticatólica; y el primer paso de la decadencia fue la entrada en la época renacentista.

La reforma y el renacimiento

En el siglo XVI las catedrales estaban terminadas, cada población tenía si iglesia, y fue en ese momento cuando la Reforma Protestante detuvo en movimiento de fe contenido en las corporaciones de constructores. El Renacimiento hizo su parte con la apertura de nuevos talleres puramente profanos; la era de las catedrales, símbolo del espíritu de la Edad Media, fue reemplazado por la de los palacios y castillos; la transformación en el arte de construir llegó al espíritu de las logias cambiando el simbolismo cristiano por un simbolismo puramente filosófico acorde con la nueva era.
Esta laicización del “arte real” dio amargos frutos, pues la monarquía se reservó los derechos de vender las cartas de maestría y, de esta manera, los compañeros no podían llegar a ser maestros. Así, se sublevaron y terminaron formando una clase: la de los gremios. Las confraternidades en el Viejo Mundo sufrieron un cambio de estructura fundamental, al cual solamente sobrevivirán las de Inglaterra, Irlanda y Escocia, que, con mejores protecciones, se fortalecieron en la historia futura de esas islas.
Los hermanos masones habían tenido en su historia muchos poderosos protectores que miraban desde afuera a la logia, pero la situación económica provocaba por las guerras y los cambios obligó a las logias a admitir a “miembros honorarios” o grandes propietarios de tierras, eclesiásticos, médicos y funcionarios. En Londres, durante el año 1620, comenzaron a aparecer los masones aceptados sin conocimiento en el arte de construir, junto con los cuales se introdujeron los alquimistas rosacruces, cabalistas y hermetistas. Dos tendencias se dibujaron en el seno de las logias: la compañía, que exigía siete años de aprendizaje y estaba llena de verdaderos maestros en la construcción, y la “Aceptación”, matriz de masones aceptados, integrada por ricos y nobles, quiénes muy pronto dominaron las tres cuartas partes de toda la masonería, siendo ésta la semilla de toda la masonería especulativa.
La masonería operativa tuvo su última oportunidad en 1666, cuando un incendio asoló a Londres destruyendo 40.000 casas y cien iglesias. Fue la última oportunidad de los masones profesionales, durante la cual todos se lanzaron con entusiasmo a reconstruir la ciudad. Una logia central los agrupó de inmediato dirigidos por el Gran Maestro CHRISTOPHER WREN, quien fue el autor del plan arquitectónico de reconstrucción de Londres. A él se debe la Catedral de San Pablo, última obra de los hermanos operativos. Aunque parezca mentira, fueron las logias de los free masons refugio de muchos católicos durante la persecución calvinista de KNOX. En Escocia, la ruptura de ENRIQUE VIII con Roma provocó entre los free masons una violenta reacción antiinglesa y antiprotestante que no termino sino sine después de la muerte de ISABEL I, cuando el hijo de MARÍA ESTUARDO, JACOBO I, se sentó en el trono. Desde entonces los masones escoceses se adhirieron a la dinastía de los Estuardo, identificándose en los exilios y sufrimientos. El buceo en la agitada vida política marcó el fin del período masón operativo, transformándose las logias en centro de gran actividad conspirativa. CROMWELL tomó el poder en 1648, decapitó a CARLOS I, y su viuda, ENRIQUETA DE FRANCIA, huyó a Saint Germain: los escoceses católicos que integraban las logias se unieron a los exiliados ingleses y juntos actuaron contra la bien organizada policía secreta de CROMWELL, dirigida hábilmente por THURLOE, el hombre que precedió al alemán HIMMLER y al soviético BERIA en el sistema contemporáneo de espionaje de espionaje y terror. Fue entonces cuando los masones de THURLOE, que “metían sus narices en todas partes”, adoptaron el nuevo simbolismo copiado de la historia religiosa del homicidio de HIRAM, el arquitecto del templo de Jerusalén, al cual compararon con el crimen de CARLOS I,: ENRIQUETA DE FRANCIA se transformó en la viuda, y los jóvenes príncipes CARLOS II y JACOBO, en los hijos de la viuda, título que se aplicó a los partidarios de la dinastía de los Estuardos. Con la muerte de CROMWELL, en 1658, se aclaró el camino para la ascensión de CARLOS II; dos años más tarde Inglaterra tuvo un nuevo rey, un monarca masón que regreso a KLondres con sus logias llenas de entusiasmo. Según ANDERSON, historiador y transformador de la masonería, CARLOS II presidió en 1663 una asamblea de masones general de los masones de York dándole a la francmasonería el nombre “ARTE REAL”.
Su hermano, JACOBO II, volvió del exilio por presión del Parlamento inglés protestante. Los nobles estuardistas regresaron de Francia y encontraron los vestigios de las logias militares fundadas en 1649, se apresuraron, entones, a fundar otras nuevas y establecieron estrechas relaciones con las logias fieles de Inglaterra de Inglaterra y Escocia dirigidas por Lord MIDDLETON.
A partir de 1689, comenzaron a desembarcar en Francia regimientos escoceses e irlandeses con sus cuadros militares y sus símbolos masónicos; los segundos, el poder director. El carácter firmemente católico de estas logias masónicas eran indiscutibles, y así se vio cómo la mayoría de sus miembros luchaban por la restauración de una dinastía fiel a Roma, hasta el punto que el mismo Papa, bien informado sobre la actividad de estas logias, las consideraba muy favorablemente. LUIS XIV los protegía de manera abierta en una época en que todavía existía el recuerdo del Edicto de Nantes. De estas logias escocesas católicas nacería a fines del siglo XVII, la francmasonería, que tan importante papel cumpliera en la historia francesa. Poco sabemos sobre el desarrollo de las logias operativas de Francia pero podemos advertir la “moda” de los nobles franceses de entrar en las logias escocesas estuardistas que después originarían la masonería francesa.
Muy pronto, otra rama de los hermanos nacería con tan impulso que dominaría a las dos anteriores, de raigambre católica: la rama protestante. GUILLERMO DE ORANGE, llamado por el Parlamento para reemplazar al católico JACOBO II, se apoyo en las logia orangistas, naciendo así una diferencia religiosa que nunca sería zanjada.

Las logias protestantes

La primera logia protestante es la Logia San Pablo, fundada en Londres en 1691, y fue allí donde GUILLERMO III se hizo iniciar personalmente. WREN, Gran maestro de la logia, como era católico, fue destituido de sus funciones de arquitecto jefe por la reina ANA, dejando la obra de la catedral de San Pablo a medio construir, ya que sus hermanos masones católicos se negaron a continuarla bajo las órdenes de un nuevo arquitecto. Considerando la situación, los miembros de la Logia San Pablo resolvieron que “los privilegios de la masonería dejarán en delante de estar reservados a los obreros constructores”. Fue el acta oficial del deceso de la masonería operativa. Con la actitud de la Logia San Pablo, hicieron causa común muchas otras.
La reina ANA murió en 1714 sin dejar heredero directo: los estuardistas lucharon por elevar al trono al pretendiente JACOBO III (católico), PERO LAS LOGIAS INGLESAS se lanzaron al contraataque y lograron poner en el trono a JORGE DE HANNOVER, más conocido como JORGE 1. Desde ese momento las logias escocesas abandonaron la política para orientarse hacia el liberalismo filosófico, mientras las logias inglesas, con una distancia bien asentada, conocerían muchos años felices. Por eso avatares que tiene la historia, se vio a LUIS XIV proteger a las logias escocesas católicos, mientras los protestantes franceses exiliados en Londres se convertían en los principales fundadores de la francmasonería inglesa.

Pero volvamos en el tiempo y levantemos el velo de la historia secreta para describir una extraña masonería, menos conocida, cuya acción llega hasta el propio Mercado Común Europeo, prototipo de la Unión Europea de hoy en el siglo XXI, y que apenas si deja huellas de sus origines, los que muy pocos especialistas y expertos en historia secreta, han podido rastrar, para terminar formando un cuadro donde el misterio llena todos los vacíos.
En efecto, nos referimos a nuestros “hermanos templarios”, la organización que se adelantó cien años a la coexistencia pacífica de comunismo y capitalismo, al poder financiera, creando un puente invisible entre Oriente y Occidente, y que, todavía hoy, perdura de manera oculta, esotérica en algunos gabinetes de la alta política internacional.

“CUÍDATE MUCHO DE DECIR TODO LO QUE SABES”, SOLÓN.

NOTA: annuit coeptis 1939-1945. NOVUS ORDO SAECOLURUM. El triángulo omni vidente y la divisa “Annuit Coeptis Novas Ordo Saeculorum” figuran en altorrelieve sobre la fachada norte del “Gran Memorial Américain” en Saint-Laurent sur-Mer (Calvados). Se lo atribuye a SERGUE MAKRONOWSKY (llamado KOERICH), miembro de las sociedades Vedanta y Teósofica, amigo del francmasón Franklin Delano ROOSEVELT. Pero el nuevo orden del mundo había sido invocado ya en Locarno . Italia en 1917. Ver a un sacerdote exorcista, según PP LEÓN XIII contra Satán y los ángeles apóstatas.

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 145 Cordubensis

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